¿De qué va la Nueva Escuela Mexicana? El reto para transformar las escuelas

Dra. Martha Maricela Galicia Lira.

Actualmente, como parte de la política pública y educativa del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en México se inició con una transformación educativa  – el proyecto educativo -, que para muchos socavó las estructuras arcaicas en materia de aprendizaje y enseñanza pues, logró consolidar el Acuerdo Educativo Nacional y la implementación de la Nueva Escuela Mexicana; la cual, busca se atiendan las necesidades y derechos de los ciudadanos en materia educativa desde la educación inicial hasta la educación superior.

De este modo, se espera los niños, niñas y jóvenes de hoy, así como los de mañana, alcancen verdaderamente el derecho a aprender; un derecho que abra las puertas a todos sin excepción y posibilite se adquieran conocimientos tendientes a transformar el entorno en las diferentes latitudes. Favorezca los educandos posean las herramientas suficientes para enfrentar la cuarta revolución industrial, y sean el medio para que los profesionales mexicanos estén al nivel de sus iguales en el extranjero en capacitación, habilidades y competencias.

Para alcanzar lo anterior, se instauraron políticas y “nuevas” estrategias, las cuales se enlistan a continuación esperando no omitir alguna:

  1. Aprobación de las reformas a los artículos 3º, 31º y 73º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para lo cual, se recuperó la voz de los padres y madres de familia, los maestros y las autoridades educativas.
  2. Las consultas ciudadanas ayudaron a la aprobación de las leyes secundarias: Ley General de Educación, Ley Reglamentaria para la Mejora Continua de la Educación y Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros; de las cuales, se pretende su operación evite corrupción, malos manejos administrativos y sumar en corresponsabilidad en favor del aprendizaje.
  3. Se generaron tres estrategias integrales de atención a los educandos desde el campo valoral hasta su impacto social, como la Estrategia Nacional de Educación Inclusiva, Estrategia Nacional de Atención a la  Primera Infancia, y Estrategia Nacional de Mejora de las Escuelas Normales. Parte característica de este cambio, es la aparición de  la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU).
  4. Se puso en marcha el Programa de Becas (Beca Universal Benito Juárez y el programa Jóvenes Escribiendo el Futuro) y la Creación de 100 Universidades Públicas; acciones que procuran garantizar el derecho a la educación manifiesto en la ley, nadie fuera de las escuelas.
  5. Se habla del cambio en Planes y Programas de Educación Básica, así como en Educación Normal, los cuales tienden al perfeccionamiento de métodos de enseñanza y la excelencia educativa.

Es preciso externar, si bien las acciones  y estrategias mencionadas, han permitido un dialogo entre la Secretaría y los Sindicatos; en la realidad, en las escuelas quedan vestigios de los procesos burocráticos y administrativos, el miedo a no tener becas si es eliminado “x” o “y” programa, el no tener garantía de recontratación por los cambios para las propuestas de docentes a ocupar plazas vacantes, la tiranía de quienes ostentan cargos de poder de decisión y otros males, que tal vez solo cambiaron de nombre o de función.

Pero, con una mirada esperanzadora y desde una perspectiva crítica ¿de qué va la nueva escuela mexicana?, ¿es nueva solo de nombre?, ¿qué la hace nueva o diferente? Se puede compartir, persigue las niñas, los niños y los jóvenes sean el centro de los procesos educativos innovadores, donde elementos como los diálogos, el programa analítico o el programa sintético, los métodos activos de enseñanza, la integración de recursos tecnológicos e inclusive el codiseño sean el sello distintivo de esas escuelas que transforman sus aulas en laboratorios educativos, donde los maestros hacen de la realidad de cada contexto una herramienta para revolucionar y forjar el aprendizaje como una huella indeleble más allá de un contenido.

Se postula ésta escuela es abierta, abierta a la comunidad, el aprendizaje será comunitario; es decir, cimentada en los postulados de universalidad, integralidad, la equidad y la excelencia; con un calendario escolar consensuado que admite la convivencia familiar, libros de texto en formato digital o de última generación con código QR, e inclusive posee el Programa La Escuela es Nuestra (LEEN) con el  cual los recursos económicos se otorgan directamente a los padres de familia para la mejora del edificio escolar.

Acciones necesarias e idóneas que muestran la buena voluntad del gobierno en turno y de la Secretaria de Educación Pública; con una base sólida en la política de diálogo y confianza, cuya convicción es conseguir por medio de educación con calidad, el país figure en el lugar que merece en el mundo, atienda las políticas internacionales y esté en la senda de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

No obstante, el reto para transformar las escuelas es más amplio, la política en papel demanda trabajo real como fortalecer los procesos de enseñanza aprendizaje con capacitaciones al personal más allá de autocapacitaciones fallidas (teléfono descompuesto en el camino); dotar de materiales básicos a todas las escuelas, eliminar la burocracia administrativa o la corrupción interna, contar con organización completa en las escuelas (reducir la demora en la distribución de plazas), sumar efectivamente a los padres de familia, entre otras; es decir, la administración de Leticia Ramírez Amaya deberá reconocer estas necesidades y trabajar para la mejora efectiva de la educación.

Ahora bien, la nueva escuela mexicana va, es un hecho. Como maestros, padres y madres de familia o miembros de la sociedad civil, nos resta esperar la situación financiera y del contexto social del país, soporte estos cambios  pues las condiciones socioeconómicas de cada estado son distintas y la vida diaria es multifacética, las herramientas personales y profesionales del colectivo docente son dispares; pero quizá hay muchos profesionales que como su servidora leen, investigan, buscan alternativas y pugnan por una educación que transforme conciencias desde el conocimiento partiendo del compromiso con la labor más noble que es educar.

Y tú, ¿qué estás haciendo? Te invito a que sumes y seas parte de esta historia.


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