Maggie Grazziano
¡Hola!
Gracias por permitirme compartir este espacio de reflexión e innovación educativa, especialmente, en este tiempo… tiempo que nos demanda una visión disruptiva; me permitiré compartir extractos textuales de algunos temas para finalmente concluir con mis perspectivas en cuanto a la instauración de las nuevas políticas y estrategias de educación.
Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (2022)
La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) asume el reto de continuar construyendo nuevas perspectivas sobre lo educativo y sus diferentes procesos, actores e instituciones; y propuestas viables de mejora que consideren la diversidad del país. En este año nos proponemos concretar, por ejemplo, una propuesta de política de evaluación diagnóstica y formativa, que de manera articulada considere: los aprendizajes del estudiantado; las prácticas docentes; las condiciones, recursos y experiencias de las escuelas; y las políticas y programas educativos; un enfoque diferente de formación continua de docentes, vinculado con las condiciones y necesidades en las que se desarrolla la enseñanza, buscando contribuir a la revalorización del magisterio; una propuesta formativa integral para que niñas, niños, adolescentes y jóvenes estén en condiciones de afrontar los desafíos del mundo actual y que contribuya a recomponer el tejido social; y la generación de información a través de estudios, investigaciones, evaluaciones, estadísticas e indicadores, orientada a dar cuenta de temas educativos relevantes. Para Mejoredu será fundamental continuar trabajando en la mayor cercanía posible con las comunidades escolares, mantener abierta una conversación directa y fluida, particularmente con docentes, estudiantes y sus familias. En este propósito, Educación en Movimiento cobra especial relevancia, por lo que durante 2022 se buscará consolidar este esfuerzo editorial como un espacio abierto a distintas voces, para abordar temas que preocupan y ocupan a la comunidad educativa.
Gabriela Naranjo
Área de Apoyo y Seguimiento a la Mejora Continua
e Innovación Educativa
Desde la perspectiva de Norma Guadalupe Pesqueira Bustamante Consejera Técnica de Mejoredu, considera que es importante conocer las fortalezas y debilidades del Sistema Educativo Nacional (SEN) favorece el diagnóstico oportuno y la planeación a largo plazo, necesarios para ejecutar programas enfocados en mejorar la formación y situación laboral para docentes, la atención a la población escolar, así como, la gestión y vinculación interinstitucional.
Design Thinking aplicado a la educación: propuesta de innovación educativa desde la perspectiva de la Universidad Iberoamericana CDMX.
El Design Thinking es un método que fue desarrollado para potencializar a las empresas, sin embargo, la Universidad Iberoamericana CDMX lo presenta como una opción para innovar en el proceso educativo/formativo, a partir de esta premisa, me permitiré presentar en un primer momento una explicación de que es el Design Thinking citando textualmente las aportaciones de Design Thinking en Español y utilizando un esquema desarrollado por la Mtra. Isabel Rodríguez para describir las etapas.
El Design Thinking es un método para generar ideas innovadoras que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios. Proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de producto. De ahí su nombre, que en español se traduce de forma literal como «Pensamiento de Diseño», aunque nosotros preferimos hacerlo como «La forma en la que piensan los diseñadores».
Se empezó a desarrollar de forma teórica en la Universidad de Stanford en California, EEUU a partir de los años 70, y su primera aplicabilidad con fines lucrativos como «Design Thinking» la llevó a cabo la consultoría de diseño IDEO, siendo hoy en día su principal precursora.
Según Tim Brown, actual CEO de IDEO, el Design Thinking «Es una disciplina que usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una estrategia viable de negocios puede convertir en valor para el cliente, así como en una gran oportunidad para el mercado».
El Design Thinking se desarrolla siguiendo un proceso en el que se ponen en valor lo que nosotros consideramos sus 5 características diferenciales:
La generación de empatía: hay que entender los problemas, necesidades y deseos de los usuarios implicados en la solución que estamos buscando. Independientemente de qué estemos desarrollando, siempre conllevará la interacción con personas. Satisfacerlas es la clave de un resultado exitoso.
El trabajo en equipo, ya que pone en valor la capacidad de las personas de aportar singularidad.
La generación de prototipos, ya que defiende que toda idea debe ser validada antes de asumirse como correcta. El Design Thinking propicia la identificación de fallos, para que cuando demos con la solución deseada, éstos ya se hayan solventado.
Todo ello bajo una atmósfera en la que se promueve lo lúdico. Se trata de disfrutar durante el proceso, y gracias a ello, llegar a un estado mental en el que demos rienda suelta a nuestro potencial.
Durante el proceso se desarrollan técnicas con un gran contenido visual y plástico. Esto hace que pongamos a trabajar tanto nuestra mente creativa como la analítica, dando como resultado soluciones innovadores y a la vez factibles.
Para comenzar a utilizar la metodología de Design Thinking es muy importante preparar estos cuatro puntos:
Los materiales: Los usados en las técnicas de Design Thinking están al alcance de cualquiera. Haceos con rotuladores, hojas de papel, notas adhesivas, lápices de colores, pegamento y una cámara de fotos. Serán vuestras herramientas para promover la comunicación visual, que es fundamental en el método. Una imagen vale más que mil palabras. Y lo que es más importante: una imagen puede evocar un sinfín de ideas, ya que da pie a la interpretación.
El equipo: En el Design Thinking es imprescindible trabajar en equipo. Cuanto más diverso sea, mejor. Así podréis sumar puntos de vista, conocimientos y experiencia. Es imprescindible que haya al menos una persona con conocimientos sobre la metodología que sepa guiar el proceso. Y aunque debe tener un núcleo estable de personas que participen hasta el final, se podrán sumar otras dependiendo de la fase en la que nos encontremos. Por ejemplo, en la generación de ideas o en la prueba de prototipos.
El espacio: Durante el proceso necesitaréis un espacio de trabajo, aunque también desarrollaréis técnicas fuera de él. Buscad un sitio lo suficientemente amplio para trabajar en torno a una mesa, con paredes libres donde pegar la información que vayáis generando. Pensad en un lugar luminoso e inspirador, que propicie el trabajo distendido y os haga sentir cómodos y con un buen estado anímico. ¿Habéis oído hablar de las famosas oficinas de Google? Un espacio inspirador motiva la innovación.
La actitud: En el método de Design Thinking, o pensamiento de diseño, es imprescindible la actitud. Debemos adoptar la que se denomina «Actitud del Diseñador». Ser curiosos, y observadores. En cualquier detalle podemos encontrar información trascendente. Debemos ser empáticos, tanto con las personas como con sus circunstancias. Ser capaces de ponernos en la piel del otro. Cuestionarnos el statu quo, y no cargar con prejuicios o asunciones. Ser optimistas y positivos. Perder el miedo a equivocarnos y ver los errores como oportunidades.
Empatizar: El proceso de Design Thinking comienza con una profunda comprensión de las necesidades de los usuarios implicados en la solución que estemos desarrollando, y también de su entorno. Personas en general, clientes, empleados… Debemos ser capaces de ponernos en la piel de dichas personas para ser capaces de generar soluciones consecuentes con sus realidades.
Definir: Durante la fase de Definición, debemos cribar la información recopilada durante la fase de Empatía y quedarnos con lo que realmente aporta valor y nos lleva al alcance de nuevas perspectivas interesantes. Identificaremos problemas cuyas soluciones serán clave para la obtención de un resultado innovador.
Idear: La etapa o fase de Ideación tiene como objetivo la generación de un sinfín de opciones. No debemos quedarnos con la primera idea que se nos ocurra. En esta fase, las actividades favorecen el pensamiento expansivo y debemos eliminar los juicios de valor. A veces, las ideas más estrambóticas son las que generan soluciones visionarias.
Prototipar: En la etapa de Prototipado volvemos las ideas realidad. Construir prototipos hace las ideas palpables y nos ayuda a visualizar las posibles soluciones. Además, pone de manifiesto elementos que debemos mejorar, refinar o cambiar antes de llegar al resultado final.
Probar: probaremos nuestros prototipos con los usuarios implicados en la solución que estemos desarrollando. Esta fase es crucial, y nos ayudará a identificar mejoras significativas, fallos a resolver, posibles carencias… Durante esta fase evolucionaremos nuestra idea hasta convertirla en la solución que estábamos buscando.
Una vez presentada las fuentes y aportaciones sobre las que sustentaré mis perspectivas, procedo a compartirlas:
- Todos los que participamos como actores educativos debemos conocer los indicadores del Sistema Educativo Nacional, así como, sus fortalezas y áreas de oportunidad desde fuentes confiables.
- Conocer el Plan Nacional de Desarrollo vigente, así como, los planes de desarrollo estatales y municipales, o en su defecto, lo que los líderes de las poblaciones planteen para el beneficio de su comunidad.
- Dar el voto de la duda a la aplicación del design thinking para elaborar la planeación didáctica y de ser posible su aplicación en el aula.
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