Una mirada desde la experiencia del docente en el confinamiento

Mtro. Felix Fernando Álvarez Velázquez

La pandemia a nivel mundial ha venido a trastocar nuestra vida en todos los ámbitos sociales, culturales, políticos y sobre todo educativos han transcurrido un año y medio desde que se dejó el aula y la presencialidad por el aula virtual, esto creo que los docentes de todos los niveles educativos reconocieran las áreas de oportunidad que tendrían que abordar para la mejora de su práctica educativa de manera virtual o a distancia.

Es por ello, que se consideró conocer la experiencia del docente desde el confinamiento, para esto, se entrevistaron a tres docentes los cuales son de contextos diferentes por ejemplo los grados de atención, experiencia docente, contextos sociales y económicos.

Cuando se les pregunto, “¿cuál ha sido su experiencia docente desde el confinamiento?”  La primer docente que atiende el segundo grado de una comunidad rural del Municipio de Ahome, Sinaloa, comento que trabajar desde casa en esta pandemia ha sido un reto, de 28 alumnos solo estoy trabajando con 15 de ellos, he tenido contacto con la mayoría pero no se comprometen con el trabajo, dentro de mis posibilidades he intentado trabajar con todos mis alumnos pero en muchos casos no hay respuesta de parte de ellos, y es muy frustrante porque de igual forma tendrán calificación aprobatoria, sobre todo, porque observo la poca preocupación por parte de los padres de familia, sí es cierto que hay alumnos que no pueden accesar a las clases o asesorías virtuales donde solamente son tres casos y los demás simplemente no quieren.  

Después de conocer la experiencia del primer docente se abordó al segundo docente que imparte el sexto grado de primaria de una comunidad indígena del Municipio de El Fuerte, Sinaloa, se le hizo la misma pregunta, argumento que su experiencia docente durante el confinamiento lo aborda en dos tenores, el primero fue darme cuenta de la capacidad que tengo de adaptación a la nueva modalidad de impartir educación, así como de observar que algunos alumnos tienen el de evolucionar y adaptarse al cambio de cómo se está trabajando de manera virtual.

El segundo aspecto que he vivido durante el confinamiento es la falta de interés que han mostrado la mayoría de los alumnos y padres de familia, que en un principio hizo que perdiera hasta el sueño, pensando que yo era , el de la falla, especulando en la idea “romántica” de la pobreza que envuelva a nuestra sociedad, pero no existe tal, al menos en el contexto donde me desenvuelvo, de mi grupo solo 2 alumnos no he tenido contacto vía redes sociales, los demás a diario veo sus estados, de niños y adultos, donde comparten su día a día a todas horas en diferentes contextos, sus casas, fiestas, en las calles, incluso en sus trabajos, pero no mandan nada de trabajos, ni siquiera preguntan tratando de resolver sus dudas, prefieren esconderse tras la excusa de “no le entiendo”.

De igual manera cuando se abordó al tercer docente, la cual atiende el cuarto grado de una comunidad pesquera del Municipio de Angostura, Sinaloa; y se le realizó la misma pregunta, ella respondió: Mi experiencia como docente durante el periodo de contingencia ha sido con sentimientos  en contraste. Por un lado contenta  ya que a pesar de que en mi familia hemos pasado situaciones delicadas de salud, al estar trabajando desde casa he podido atender oportunamente.

 Por otra parte mis alumnos y sus familias también han tenido problemas de salud, lamentablemente tres han tenido decesos de familiares cercanos y además otros han tenido situaciones económicas muy difíciles por el cierre de algunos trabajos aunado a que provienen de un contexto de escasos recursos. Lo que dificulta que estén en comunicación y al día con las actividades  escolares, por lo que hay bajo aprovechamiento cognitivo y sus habilidades sociales no se han desarrollado favorablemente pues les falta lo que el aprendizaje colaborativo en presencial les brinda.

Aparte de todo, aunque estoy consciente que no todos los alumnos están en igualdad de oportunidades, también los docentes sabemos detectar aquellos alumnos y familias que no pueden y los que no quieren, porque los que si quieren se nota, ya que aunque los padres y madres trabajen, tratan de que su hijo cumpla con sus responsabilidades, enseñándole así que a la distancia también se puede aprender y aunque no tengan saldo o internet, buscan la manera de comunicarse con el docente para tomar acuerdos, de esa manera se logra la empatía y se favorece las relaciones y el aprovechamiento  de esos alumnos, aunque nos tengamos que adecuar a recibir dudas y tareas a todas horas, en mi caso trabajo en turno vespertino y desde las 8 a.m., tengo que enviar las tareas para que les dé tiempo de prestar el celular a los hijos de las mamás que trabajan por la tarde.

Igualmente en mi particularidad como maestra vivo a gran distancia de mi escuela y mis alumnos, lo que me impide estar dando cuadernillos o hacer visitas domiciliarias  (las cuales creo convenientes pero implican gastos que el docente también le tocaría solventar, y por ello es complicado de poderlo hacer), solo he visitado la escuela tres veces en lo que va del  ciclo escolar y ha sido una experiencia satisfactoria cuando me doy cuenta que mis alumnos asisten para conocerme, verme y ver a sus compañeros, se siente el anhelo de salir de esta contingencia pero también se siente el temor y la preocupación por la salud de todos ya que la escuela no está en condiciones de volver.

Aunque los resultados no son en su totalidad satisfactorios, considero que la decisión de nuestro país de mantener la educación a distancia ha sido buena, pues de una forma u otra los docentes hemos buscado la manera de trabajar y atender las necesidades de nuestros alumnos.

Destacó la emoción que siento cuando algunos de mis alumnos no contactados se reporta aunque sea por unos días, la pandemia vino a cambiar todo por lo tanto solo nos queda seguir adaptándonos y hacer nuestros trabajo lo mejor que podamos.

Mencionó también que la mayoría de mis alumnos contactados con el tiempo  han mejorado en su expresión oral y puedo decir que tengo alumnos que hacen excelentes participaciones.

Está pandemia ha venido a hacer aún más grande el rezago educativo que vivimos en nuestro país, los ya rezagados han incrementado su distancia entre donde están y el perfil de egreso que se espera de ellos.

Dr. Félix Fernando Álvarez Velázquez.

fernandoalvarez@uais.edu.mx

  • Doctorado en Desarrollo Humano y Educación por el Centro Universitario Mar de Cortes.
  • Maestría en Educación Básica por la Escuela Normal de Sinaloa.
  • Lic. en Educación Física por la Universidad Autónoma de Sinaloa

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion