Mtro. Diego Isidro Díaz Pérez
La pandemia nos ha traído diferentes crisis y problemáticas a nivel social, económico, sanitario y educativo, sin embargo, a pesar de ello, también nos ha dado la oportunidad, por lo menos en la educación, de reconfigurar algunos de los paradigmas y formas que se tenían de la enseñanza.
Una de las primeras oportunidades que tuvimos en la educación fue la posibilidad de aprender a cambiar nuestro sistema de enseñanza presencial a un modelo a distancia o híbrido, en particular, este cambio significó la adaptación y la capacitación en herramientas digitales que hasta antes de esta pandemia no habíamos empleado. Se podría decir que algunos profesores en la actualidad, están un poco más capacitados en este tipo de herramientas que hace dos o tres años.
Es importante mencionar que esta adaptación o transformación digital en las escuela nos ha llevado a reflexionar acerca de las brechas económicas, sociales y de los privilegios que algunos de nosotros tenemos al momento de impartir o recibir clases, es decir, no todos tuvieron o tienen las mismas posibilidades y recursos de integrarse a esta nueva dinámica que el Covid-19 nos ha obligado a seguir.
Por otra parte, considero que nos dimos cuenta que la educación en línea es igual de valiosa e importante que la que se da de manera presencial, si bien, tiene sus limitantes de acuerdo a lo que estamos acostumbrados, nos permitió interactuar de manera diferente, por tanto, esto nos ha llevado a nuevas formas de comunicación.
Con el regreso a clases de manera paulatina en México, una de las primeras oportunidades que se nos presentan, después de este tiempo de cierto aislamiento, es la de trabajar de manera colectiva, con los alumnos y profesorado para así aprovechar las experiencias de cada uno con el objetivo de construir nuevo conocimiento.
Por otro lado, es importante pensar en acciones y actividades que permitan a los profesores seguir capacitándose en herramientas tecnológicas así como darles más herramientas para manejar emociones y conductas propias y del alumnado. Estos son aspectos que la pandemia nos ha revelado su importancia y nos los podemos dejar fuera a partir de este momento.
La pandemia entonces, para algunos, nos ha traído a algunos la posibilidad de cambiar, adecuar y revolucionar ciertos aspectos de la educación, lo cual nos ha brindado a los docentes y directivos la posibilidad de seguir formándonos en aspectos que no nos hubiéramos imaginado.
Por último, tras estos meses de pandemia, una de los aspectos que debemos reflexionar es acerca de nuestra posición social ya que hay cientos de profesores y alumnos que se vieron afectados por esta circunstancia y no pudieron continuar impartiendo clases o recibiendo educación, asimismo, no hay que dejar de pensar en la importancia que tiene la educación emocional más allá de los aprendizajes o contenidos que resultan imprescindibles o útiles en alguna asignatura.
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