El bienestar biopsicosocial-trascendental para el regreso a clases.

“Lo que pudimos aprender”

M.D.H Nayelhi Avilés Rodelo

El prefijo “bio” alude a la vida física y fisiológica; “psico” se vincula a la psicología, principalmente a aquella actividad de la mente o de las cuestiones emocionales y procesos de vida consientes e inconscientes; “social” a aquellos vínculos que desde el útero materno tenemos con ese otro y que en el proceso de vida se vincula socialmente con una comunidad de individuos con los que comparte cultura y que le permite la interacción; “trascendental” se refiere a la relación cuerpo/mente/alma para encontrar un sentido a la vida, es decir, lo que está más allá de lo perceptible y de las posibilidades de lo que puede ser comprendido o entendido y se subleva al concepto de esencia.

El autoconocimiento y la observación consiente de estas dimensiones permite observar que el Ser humano no puede dividirse, que constituyen un todo y la comprensión empática e incondicional que el hombre logre tener de estas dimensiones de su Ser, le permitirá verse como una unidad biopsicosocial-trascendental, que se observa a Sí mismo como un ser en constante construcción y en proceso de crecimiento continuo, responsable de su proceso de vida y de su bienestar.

El proceso personal vivido durante la pandemia por COVID-19 pudo dejar grandes experiencias pero no necesariamente aprendizajes, la filosofía humanista sustenta que si a las experiencias significativas de la vida les logramos encontrar sentido nos permiten aprender y crecimiento personal, es a partir de allí que nos podemos construir y reconstruir cuantas veces sea necesario, lo detona el efecto resiliente.

Ser consciente de la que la persona que soy después de la pandemia, también me hará conocer el docente que seré de ahora en adelante, por lo que invito a reflexionar lo siguiente: ¿física y fisiológicamente sufrí cambios?, ¿psicológicamente me hago responsable mi estabilidad emocional y de mí actuar?, ¿ha cambiado mi manera de interactuar con las personas?, ¿cómo son mis motivaciones después de la pandemia?, ¿cambio mi manera de ver la vida y mis creencias?, ¿qué maestro busco ser al regresar a clases presenciales?

Para ser congruente con los modelos educativos actuales estas dimensiones guardan también una estrecha relación con los cuatro aprendizajes fundamentales que Jacques Delors señala como los pilares del conocimiento en el transcurso de la vida de cada persona: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas, y, por último, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores. (Delor , 1996).

Ser facilitadores de procesos de educabilidad debe ser de igual manera encargarse procesos de construcción de personas sanas, exijamos un ejercicio responsable de la docencia al regresar a clases presenciales para asegurar el bienestar de los estudiantes de nuestro país,  entonces, ¡empecemos por nosotros mismos! 

Referencias

Delor , J. (23 de 01 de 1996). Informe a la UNESCO de la Comisión Intrnacional para la Educación del siglo XXI. Obtenido de Los cuatro pilares de la educación: https://uom.uib.cat/digitalAssets/221/221918_9.pdf

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