¿Qué tiempos aquellos?

Dr. Jorge Gutiérrez Alfonzo

El maestro Alfonso Monterrosa recuerda lo sucedido en el ámbito educativo allá por los años noventa, a finales; según se acuerda, se tenían cursos para construir la nueva malla curricular del nivel medio superior, en donde se pasaría de un Bachillerato Único con áreas de Formación (BUCAF) a un Bachillerato Propedéutico de Educación Media Superior (BAPEMS). Se tenían cursos, diplomados, reuniones con el único propósito de estructurar los planes y programas que regirían la educación media superior en el estado. Reuniones locales, regionales y reuniones estatales. Tiene presente que estuvo cuatro días en la capital del estado para trabajar los planes y programas del primer semestre; se discutía, se argumentaba cuáles serían los contenidos que deberían conducir a una educación de calidad.

Fueron días arduos. Siempre estuvo la duda: ¿esas voces que proponían los contenidos serían escuchadas? La respuesta llegó en agosto del año en que se puso en marcha ese nuevo plan. Sí fueron escuchadas las voces, sí se hicieron los programas de acuerdo con lo que se propuso en las reuniones; es más, recuerda haberle dicho a su director de aquel entonces que la nueva materia que es estaba gestando sólo se impartiría en las escuelas que tuvieran la infraestructura para llevarla a cabo, se le llamaba Capacitación para el trabajo. Serían dos horas a la semana, siempre y cuando se cumpliera con la condición establecida. Las horas ya habían sido aprobadas por el gobierno del estado, con el presupuesto correspondiente para el pago de esas horas, por lo que la orden del sindicato de maestros fue que en todas las escuelas se impartiera la materia de capacitación para el trabajo. ¡Hay que basificar esas horas! Lo mismo sucedió con las horas de español, que en ese nuevo plan de estudio se les llamó taller de lectura (tres horas) y taller de redacción (tres horas), que se impartían durante cuatro semestres. El maestro Alfonso recuerda el regocijo que esto provocó: varios profesores basificaron horas, otros obtuvieron el tiempo completo. Con autonomía, se construyó el plan de estudios y se asignaron horas de base.

Para 2009 se dio la oportunidad de nueva cuenta de trabajar los programas; en esa ocasión, con el enfoque basado en competencias. Ya no se asignaron más horas, pero sí se tomó en cuenta al magisterio chiapaneco del nivel medio superior. Se imprimieron los programas de las materias de cada uno de los semestres. El trabajo terminó en el 2011 con los programas del quinto semestre; nuevamente, se dio a los maestros autonomía para la construcción de los programas. En reuniones posteriores se escuchaba decir a las autoridades educativas que los programas tenían el reconocimiento de los investigadores educativos, quienes estaban sorprendidos por el buen trabajo hecho. Claro, todo esto se hizo con una autonomía auténtica, desde las labores realizadas en las escuelas hasta las actividades a nivel estatal.

Hoy, la autonomía sólo se da en los programas; no existió todo ese trabajo anterior que los maestros del nivel medio superior del estado tenían como conocido. Se habló de foros para diseñar la malla curricular, no se supo más que lo difundido por las noticias en la televisión o el periódico. Fue en el 2022 cuando las autoridades educativas del estado mandaron un texto titulado “documento base” para que fuera analizado por academias y que se contestaran algunas preguntas referentes al nuevo marco curricular común. En abril de 2023, se realizó la primera reunión para ilustrarnos sobre lo que ahora se denomina progresiones. Se nos pidió efectuar una secuencia didáctica a partir de esas progresiones, y el primer trabajo fue ordenar las progresiones de acuerdo con la experiencia que el profesor tuviera sobre la asignatura —hoy llamada Unidad de Aprendizaje Curricular (UAC)—. El maestro Alfonso no tiene experiencia sobre la manera de impartir los contenidos de lo que hoy designan “pensamiento matemático” (matemáticas I), porque anteriormente se impartía aritmética y álgebra en el primer semestre; en la actualidad, se comenzará con probabilidad y estadística. Otra discusión antes de comenzar a trabajar: ¿cómo se determinó comenzar con probabilidad y no con aritmética y álgebra? La respuesta fue contundente: ¡se obtuvo el resultado en los foros realizados en toda la República Mexicana y se basa en que los alumnos deben saber tomar decisiones!

Se diseñó la secuencia didáctica encomendada, se elaboraron las progresiones teniendo en cuenta las metas, las categorías y las subcategorías. Cabe hacer mención que la asignatura “pensamiento matemático” ya las incluía, no así las otras UAC. El maestro Alfonso observó que la autonomía sólo estaba en la elección del orden de las progresiones y en la selección de los contenidos que están alojados dentro de las progresiones. Como siempre sucede, había que reproducir en las escuelas con los demás compañeros el contenido expuesto en ese evento inicial. Se programó en mayo la primera reunión en la escuela local, sin reproducir con exactitud lo recibido. Se antepuso leer el documento “Rediseño del marco curricular común de la educación media superior 2019-2022”, formar equipos con los participantes y dividir el texto para su lectura. Cada equipo debería exponer en una presentación “ejecutiva” el contenido de las páginas leídas, posteriormente, subirla a la plataforma mediante un formulario para generar la evidencia. Además, el secretario académico propuso un cuestionario en una página virtual para efectuar un “examen” del documento. De la primera evidencia, los cinco equipos formados la colocaron en la Red; de los 25 docentes que asistieron, sólo cinco aplicaron el “examen”.

La segunda reunión se celebró en junio, previa a la reunión estatal de directores y secretarios académicos, en la se les pidió a los docentes las progresiones del primer parcial. De la misma manera, se les proporcionó un formulario para colocar en la plataforma las evidencias y se diseñó un formato para alojar ahí progresiones, contenidos, metas aprendizajes, instrumentos de evaluación, tipos de evaluación, entre otros datos. En la reunión de directores y subdirectores se supo que sólo tres escuelas de ocho de la región altos-fronteriza presentaron sólidas evidencias de los cursos realizados. ¿Estarían los docentes haciendo uso de su autonomía? ¿O será un desacato a la autoridad educativa?

La segunda reunión estatal se realizó en julio. Citaron a los docentes que van a impartir las UAC en el primer semestre. A esta reunión se llevó una encomienda: pedir información sobre las horas asignadas a los docentes. En la escuela del profesor Alfonso, a un compañero de él le “quitaron” matemáticas I y las horas se quedaron libres para ser asignadas. Al maestro Alfonso le otorgaron ese grupo. Todo esto porque pensamiento matemático está con cuatro horas y matemáticas I tenía cinco horas. El maestro afectado era de la idea de que con el nuevo grupo que se formara en quinto semestre basificaría cinco horas de matemáticas V y cinco horas de física III. Con toda premeditación y alevosía, no se le otorgó matemáticas I y sólo basificó cinco horas de las 10 posibles.

La reunión estatal dio inicio con esta y otras inconformidades. Sólo se mandó la malla curricular de primero y segundo semestre. Se tiene dudas sobre cómo quedarán las demás materias en los siguientes semestres. ¿Quién o quiénes las van a determinar? En esta ocasión, no serán los docentes chiapanecos quienes decidirán las materias a impartir.

La tarea de los dos días del curso estatal fue nuevamente realizar las progresiones del primer parcial; ahora, con base en dos documentos enviados entre los meses de mayo y junio. “Programas” en donde ya vienen ordenadas las progresiones para el semestre y la “guía didáctica”, en donde se ejemplifica una progresión con todos los elementos que debe contener. La primera indicación fue que no había formatos y que se podía hacer el plan de clase o la secuencia didáctica en prosa, pero, eso sí, con todos los elementos que contiene el ejemplo de la guía didáctica. En el segundo día, los equipos expusieron las progresiones elaboradas. El instructor expresaba sus observaciones sobre cada trabajo. Al maestro Alfonso le dijo que quitara la palabra “Investigación” porque eso era muy amplio y requería una metodología compleja para el primer semestre, que mejor se dejara la palabra indagar, buscar.

Se anuncia una tercera reunión estatal, en la que posiblemente se presentará un trabajo general elaborado por todas las regiones que conforman el estado. No se sabe si se van a imprimir esos trabajos o se dejará que cada escuela labore con lo que se produjo en los cursos realizados en la escuela. El maestro Alfonso dará clases en cuatro de los cinco grupos de primer semestre. El otro grupo quedará vacante. No hay maestro de base porque el existente está comisionado en el turno de la mañana. ¿Se ejercerá hasta aquí la supuesta autonomía? ¿El maestro va a decidir si expondrá los contenidos propuestos o seguirá con los contenidos tradicionales? ¿Existirá alguna represalia si no se lleva a cabo el nuevo plan? ¿Podrán los docentes ejercer su libertad de cátedra?


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