Mtro. Diego Isidro Diaz Pérez
La educación para el desarrollo sostenible (EDS) ha tenido una gran importancia en el último tiempo, últimas décadas, como un pilar para enfrentar varios delos desafíos globales a los que nos enfrentamos como las desigualdades sociales, cambio climático, así como la pérdida de la biodiversidad a lo largo del planeta.
La implementación de la EDS en el ámbito educativo exige un compromiso de varios sectores sociales, como son los gobiernos, las instituciones educativas, públicas y privadas, las comunidades y las empresas. Uno de los principales objetivos de la EDS es preparar a ciudadanos a tomar las mejores decisiones desde la responsabilidad, la colectividad, la consciencia del impacto que dejamos en el medio ambiente; en este sentido los sistemas educativos tienen la responsabilidad de implementar programas que ayuden a concientizar sobre estas problemáticas, y fomentar el pensamiento crítico y el desarrollo de las competencias necesarias para actuar a favor del medio ambiente y al mismo tiempo, de las comunidades.
De manera particular en el contexto de América Latina, la EDS debería ser una herramienta educativa y un compromiso social, debido a que su implementación en los centros educativos propone el estudio de las diversas problemáticas ambientales y sociales de la región, en la actualidad.
En México y América Latina, el compromiso por implementar esta visión en los centros educativos es fundamental para problematizar entorno al deterioro ambiental y la desigualdad económica que esto provoca, ya que está claro que las clases más vulnerables sufren las mayores consecuencias de los problemas ambientales que tenemos actualmente. Bajo esta idea, los gobiernos latinoamericanos están de cierta manera comprometidos a integrar la EDS en los currículos educativos para promover una visión integral que incluya la distinción y la proyección de soluciones a nivel ecológico, económico, cultural y social.
A lo largo de los últimos años, se han realizado diversos esfuerzos desde diferentes instituciones como la Organización de Naciones Unidas (ONU) con la “Década para la Educación para el Desarrollo Sostenible” que abarcó del 2005 al 2014; lo cual, por ejemplo, en nuestro país ha provocado que en los programas de educación se haya integrado la educación ambiental como parte del currículo, asimismo, la implementación de esta educación ha servido para capacitar al cuerpo docente. Otro esfuerzo ha sido la colaboración entre instituciones en América Latina con la creación de plataformas y programas referentes a la sostenibilidad, esta cooperación entre países ha dado como resultado la socialización y la reflexión de problemáticas que se tienen en común.
A pesar de estos avances, hay que mencionar la EDS en México y en Latinoamérica se enfrenta a varios obstáculos; el más común es la falta de recursos financieros lo cual limita de manera considerable la obtención de recursos materiales y humanos, por tanto, la efectividad de algunos programas es limitada. Asimismo, las brechas educativas y las desigualdades sociales hacen, aún más, complicado la implementación de los programas de EDS en barrios marginados y espacios rurales, ya que las necesidades educativas sobre temas como sostenibilidad es muy complicada.
Por otro lado, para la adecuada implementación de la EDS es necesario un cambio de mentalidad en le educación, es decir, cambiar el enfoque tradicional de la práctica docente, debido a que es importante voltear a ver aspectos diferentes para tener una visión integral de las situaciones y problemáticas sociales.
La implementación de la educación para el desarrollo sostenible en México y América Latina es una gran responsabilidad que se debe compartir con varios sectores sociales; por medio de la integración de la EDS en los sistemas educativos y el desarrollo de programas adaptados a las necesidades de cada país y cada sector sociales. Me parece que se podría avanzar hacia un futuro más equitativo, sostenible, así como con mejores respuestas y herramientas para enfrentar los retos actuales.
Hay que pensar, que la EDS no únicamente se enfoca en mantener y mejorar el medio ambiente, es más bien, una transformación de nuestras prácticas sociales y, sobre todo, de nuestra conciencia en la forma de relacionarnos con nuestro entorno.
Dejar una contestacion
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.