Dr. Jorge Gutiérrez Alfonzo
Los mexicanos somos muy dados a etiquetar las cosas, como una manera de decir que entendemos las cosas. Casi al término del ciclo escolar, en julio del 2020, quien era secretario de Educación mencionó que se regresaría a clases de manera híbrida. Y lo híbrido es juntar dos cosas para obtener un producto. ¿A qué se refiere lo híbrido en educación? A, por un lado, ir al salón para recibir clases y, por el otro, tener clases a distancia, con la ayuda de un dispositivo electrónico para alcanzar un aprendizaje. Puede ocurrir que el alumno entregue el cuadernillo en la escuela con su educador, quien le dará el que trabajará en casa. Son dos lugares, la casa y la escuela, para obtener el aprendizaje esperado. En los dos aspectos que se visualizan los estudiantes estarán más tiempo en casa que en la escuela. ¿Qué?, ¿esto no se hacía antes de la pandemia? ¿Tenía nombres? ¿Son los mismos procedimientos que hemos utilizado? ¿Por qué ahora se le quiso llamar híbrido?
Al primer aspecto se le llamaba B-Learning y consistía en realizar actividades con dispositivos electrónicos y recibir asesorías de manera presencial. Al segundo se le llamaba asesorías, y se trataba de que el estudiante indagara en un libro de tal a tal página y que de manera presencial se les diera asesorías sobre el contenido investigado. Como ya se mencionó en otros artículos, la educación va a cambiar rotundamente después de la pandemia. El regreso a clases para el nuevo ciclo escolar se complica porque no se puede tener la cantidad idónea de estudiantes en un espacio de seis metros por seis metros, en el mejor de los casos. En los dos aspectos analizados lo que tendrá que recibir la juventud y niñez son asesorías, así que empezaremos a formar seres autónomos en el proceso de adquirir conocimientos. ¿Se acostumbrarán los jóvenes a esta nueva manera de estudiar? ¿Qué herramientas necesitarán para su aprendizaje? ¿Qué herramientas necesitará el maestro para la enseñanza?
Sin tener una encuesta realizada, pero sí con las pláticas en diferentes entornos con compañeros maestros, entiendo que los cuadernillos fueron los que predominaron en esta pandemia y posiblemente sean los que predominen en este regreso a clases. En las dos modalidades indicadas anteriormente se pueden utilizar cuadernillos; se puede decir que es uno de los recursos indispensables para la enseñanza. ¿Qué debe de contener un cuadernillo? Los cuadernillos pueden ser de dos tipos: uno sólo de actividades, otro de teoría y actividades. Para el primer cuadernillo se requiere un libro de apoyo, en el segundo se complementa con ejercicios lo que se desea ilustrar e incluye las actividades evaluables. ¿El cuadernillo es elaborado por el docente? ¿O solamente obtiene copias de los cuadernillos de las editoriales? Si es el segundo caso, el alumno estará perdido cuando llegue a las asesorías porque las actividades no fueron diseñadas de acuerdo con su contexto; no encontrará relación entre la actividad y el mundo que lo rodea.
Una de las actividades que se podría generalizar es la relacionada con la pandemia; por ejemplo, obtener el porcentaje de los contagiados en relación con la población nacional, estatal y municipal. Además de tener en cuenta la salud de las personas que fallecieron y cómo era su alimentación, observar a qué extracto social pertenecían para que los alumnos expresen su opinión respecto a esta pandemia y propongan cómo mejorar el tipo de vida que se lleva para tener un sistema inmunológico fuerte, y así soportar cualquier enfermedad. Otra de las actividades que se puede considerar de manera general es la que tiene que ver con la reutilización de residuos sólidos inorgánicos para evitar el calentamiento global.
El recurso importante para la enseñanza-aprendizaje es el recurso humano. De nada sirve tener recursos económicos y materiales si no se tiene disponibilidad del recurso humano. En este regreso a clases, se necesita a un docente que desee invertir el doble de tiempo en atender con asesorías a los alumnos, quienes tendrás diversas dudas, en un tiempo reducido, además de revisar los cuadernillos que sean contestados de manera física y los cuadernillos resueltos en línea; que esté dispuesto a invertir en la compra de saldo para su teléfono o el pago del servicio de internet en casa; con ello, va implícito que se debió comprar un teléfono celular, con la capacidad para almacenar las aplicaciones requeridas, una tablet o una computadora, y si así lo amerita un combo, teléfono-computadora, tablet-telefono. Sin perder de vista el costo de algunas aplicaciones educativas para la mejora de su práctica docente.
A la par del proceso de enseñanza, el alumno debería tener los mismos recursos tecnológicos, tiempo para atender las actividades del cuadernillo de manera física o las actividades en línea e ir a la escuela cada que se permita llegar; estas dos situaciones ocasionan gastos como la compra de saldo o que en la familia haya quien pague el internet en casa. Para tener el cuadernillo impreso, habría que hacer el gasto correspondiente.
El esfuerzo debe ser mayúsculo, no hay manera de ceder si se desea que exista una educación de acuerdo con lo que los mexicanos nos merecemos. Es indispensable que el gobierno voltee a ver los aspectos relacionados con la educación; no es sólo una cuestión presupuestal, hay que observar en dónde se debe de invertir ese recurso económico. Ya se vio que lo erogado en los programas de la televisión no surtió efecto alguno, fue dinero no redituable, o, como se dijo en su momento, fue una ayuda a los concesionarios. Hoy claramente se observa cuál es el recurso necesario para un regreso a clases de manera híbrida. ¿El gobierno tendrá otros datos? ¿Se seguirá apostando por una televisión que no deja nada de enseñanza porque no está siendo observada ni por alumnos ni maestros? ¿Por qué no apostar por dispositivos con Internet? ¿Qué objetivos tiene este gobierno para educar a la población de México?
Hoy en día existen infinidad de aplicaciones y plataformas que ayudan en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Lo que hace falta son usuarios con buena conectividad y con dispositivos adecuados para tener una educación de acuerdo con estos tiempos de crisis sanitaria. Desde la realización de videos hasta cuestionarios que pueden dar resultados al instante; desde pizarras hasta el llenado de crucigramas y la realización de sopas de letras, hoy más que nunca la vocación del docente debe salir a relucir, hoy más que nunca la necesidad del ser humano de obtener conocimientos debe ser prioritaria para superar las dificultades de se avecinan.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la metodología que se aplicará en este eventual regreso a clases, porque “llueva, truene o relampaguee” se irá a las escuelas, en otras palabras, existan contagios, siga la pandemia o se incrementen los muertos por Covid-19, las puertas de las escuelas deben estar abiertas para que los que puedan y quieran ir lleguen a recibir asesorías y no las clases como normalmente se realizaban. ¿Qué metodología se utilizará? Todo hace indicar que será la de la clase híbrida; esto es, el alumno trabajará en casa y se presentará, en la escuela, para que con asesorías reafirme lo aprendido en casa. Los padres de familia juegan un importante papel en esta nueva etapa, este será otro recurso necesario e indispensable en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Ellos tendrán la responsabilidad de dejar ir a hijos e hijas a la escuela y ellos tienen que apoyarlos económicamente para sortear los costos que se generen en este inicio de clases. Hoy más que nunca se debe hacer cumplir la educación tripartita. Hoy más que nunca la vocación debe salir a flote. Hoy más que nunca debemos enfrentar al destino.
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