El grupo como espacio de crecimiento personal y encuentro: una perspectiva dialógica, tendencia actualizante y enfoque centrado en la persona.

Mtra. Nayelhi Avilés Rodelo.

«Entre las sombras que te anegan

Otro rostro amanece»

Octavio Paz

Si partimos de que el ser humano nace, vive y se desarrolla dentro de grupos o establece vínculos con los demás, en este escrito se abordará como la facilitación grupal puede contribuir a nuevas y mejores formas de relación humana, y a procesos tanto inter como intrapersonales que promueven seres humanos más congruentes, responsables y en procesos de desarrollo de sus potencialidades humanas.

Lo que se establece a continuación es una visión tentativa que trata de describir como la facilitación grupal apuntala el crecimiento y la actualización de las personas. Dicha descripción está hecha básicamente desde el enfoque centrado en la persona propuesto por Carl Rogers.

Se plantea también dentro de las limitaciones de mi comprensión de los grupos, de los límites de mi experiencia personal y de mi propia necesidad de integrar un todo coherente tan necesario ante una percepción incierta de regresar a una nueva realidad de trabajo con grupos después del confinamiento provocado por el COVID 19.

La facilitación grupal y la tendencia a la actualización.

El eje direccional de esta forma de trabajo grupal lo constituye la base fundamental de que todos los seres humanos estamos en un proceso continuo de crecimiento hacia formas sanas de relación y de vida plena. La teoría de Rogers está construida a partir de una sola “fuerza de vida” que llama la tendencia actualizante. Esto puede definirse como una motivación innata presente en toda forma de vida dirigida a desarrollar sus potenciales hasta el mayor límite posible. No estamos hablando aquí solamente de sobreviviencia: Rogers entendía que todas las criaturas persiguen hacer lo mejor de su existencia, y si fallan en su propósito, no será por falta de deseo. Es una tendencia dinámica que se ve afectada por el medio humano circundante, pero que no se puede destruir, sino únicamente verse temporalmente obstruida o bloqueada. (Boeree, 2020).  

A partir de esta ideología de crecimiento y desarrollo sano, también en los grupos  a través de una serie de relaciones y vínculos, esta tendencia positiva se ve presente y cada participante la puede vivenciar en persona y en la relación con los demás. Incluso, podría hipotetizar que la tendencia a la actualización es impensable en la soledad o el aislamiento total, que dicha tendencia necesariamente emerge en un ambiente relacional, dialógico o de incluir al otro en un proceso de encuentro significativo. 

Adoptar como eje fundamental de la facilitación de grupo la tendencia actualizante,  necesariamente tendrían que ser tomadas en cuenta ciertas implicaciones para la praxis como son:

  • Una concepción de ser humano que está en camino hacia la plenitud con una serie de potencialidades latentes para una vida mejor.
  • El confiar en los recursos de la persona y en la creación de un ambiente relacional que promueva su desarrollo.
  • El trabajo con las partes sanas de la persona.
  • Una actitud no directiva en el trabajo grupal y una actitud que va construyendo de manera colaborativa el grupo y el facilitador en el proceso, la estructura y la vida misma del grupo.
    • La promoción y establecimiento de un ambiente relacional seguro que permita el encuentro, el diálogo y el respeto hacia el otro.
  • Buscar un acercamiento fenomenológico para estar con la experiencia de la persona de una manera empática respetuosa y valorar la autodeterminación del otro.
  • Asegurar un espacio donde la persona tiene la libertad de modificar partes de su identidad, y donde su proyecto existencial de vida puede reevaluarse o reestructurarse a través del encuentro significativo con el otro y consigo mismo. (Armenta , 2007).

El proceso de facilitar un grupo.

Básicamente consiste en priorizar la experiencia vivencial del encuentro, en un ambiente libre de amenazas y en un acompañamiento existencial de la persona que sea profundamente significativo y que pueda permitirle a la persona, a partir de su propia libertad, la generación de cambios y transformaciones en su manera de ser, o en el rumbo o dirección de su propia vida, independientemente que se trate de grupo de terapia, de encuentro, de capacitación, escuela o cualquier tipo de trabajo dentro de un grupo.

En este sentido el proceso de facilitar un grupo, más que un mapa conceptual que nos señale las probables etapas en la vida misma del grupo, o las técnicas que se pueden utilizar, el énfasis esta puesto en la vinculación relacional que se construye poco a poco dentro del grupo, en el encuentro humano de personas que buscan su propio desarrollo y que pueden crecer a través de sus múltiples relaciones, mediante la comprensión, el acompañamiento, la construcción de nuevos significados en su vida; pero igualmente, el crecimiento en el grupo se puede dar a través de la confrontación genuina y no agresiva o rechazante, el conflicto, la diferencia  y ocupando un lugar central en el grupo, un proceso de dialógico, en el que podemos conectar, apreciar, entender y vincularnos con los demás como personas, como seres humanos solidarios y en búsqueda o en la realización de proyectos coexistenciales, donde el otro siempre está presente y nos permite acceder a nuestra actualización, no a partir de nuestro individualismo miope, sino de la receptividad e inclusión del otro.

El crecimiento del yo, de alguna manera viene y es facilitado por un tú y una trama dialógica entre ellos, vinculo donde a través de otro comprensivo, cálido y auténtico se da el crecimiento. 

A lo anterior habría que agregar que el trabajo grupal, desde el enfoque centrado en la persona existe, varios facilitadores establecen un clima relacional seguro y no amenazante que facilita el encuentro personal. Pero más allá de esto, a medida que el grupo construye su estructura y estilo particular, va a ser el grupo mismo el agente terapéutico o facilitador más importante. Es decir, el facilitador nunca ocupa el lugar central del proceso, sino que los mismos participantes, a través de sus múltiples vinculaciones, se convierten en facilitadores o acompañantes existenciales de luchas ajenas. 

Referencias

Armenta , J. (2007). El Grupo. Prometeo Fuego para el propio Conocimiento , 29.

Boeree, G. (31 de 07 de 2020). Teorias de la Personalidad. Obtenido de Enfoque Centrado en el Cliente : https://webspace.ship.edu/cgboer/rogerses.

Mtra. Nayelhi Aviles Rodelo

nayelhiaviles@gmail.com

  • Doctorado en Desarrollo Humano y Educación por la Universidad Autónoma de Occidente.
  • Maestría en Desarrollo Humano por la Universidad Autónoma de Occidente.
  • Licenciado en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico de los Mochis.


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