Dra. Martha Maricela Galicia Lira
En las últimas décadas, la educación en nuestro país ha enfrentado diversos desafíos que han afectado tanto a los estudiantes como a los docentes. Con la llegada de un nuevo gobierno, surgen expectativas de cambio, especialmente en áreas críticas que impactan directamente el quehacer diario de los maestros.
Este artículo explora las expectativas y propuestas que podrían mejorar la labor docente en educación básica, centrando la atención en cuatro áreas clave: reducción de la carga administrativa, asignación de personal docente, infraestructura escolar y procesos académicos para la implementación de la reforma educativa.
En las escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria, los maestros han manifestado preocupaciones ante diversas problemáticas que afectan su labor diaria, lo cual impacta negativamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Aunque la reciente reforma educativa ha introducido cambios orientados a mejorar la calidad de la educación, su implementación ha planteado desafíos que requieren atención para alcanzar resultados óptimos.
En este contexto, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha generado expectativas, entre las cuales se destacan:
a) Disminución de la carga administrativa
– Los docentes a menudo dedican mucho tiempo a tareas administrativas, restando horas valiosas que podrían destinarse a la planificación y ejecución de actividades pedagógicas. Esta situación es resultado de la necesidad de cumplir con diversos trámites, reportes y registros que demandan tiempo y recursos.
La carga administrativa no solo afecta el desempeño de los docentes, sino que también genera estrés y desgaste, impactando negativamente en su motivación y en la calidad de su trabajo en el aula.
La expectativa es que el nuevo gobierno implemente estrategias que reduzcan la burocracia y simplifiquen los procesos administrativos.
Entre las propuestas se vislumbra la digitalización trámites y la creación de plataformas que permitan un registro automatizado y eficiente, facilitando así la labor del docente.
b) Agilización del proceso de asignación de personal docente
– La falta de personal o los retrasos en la asignación de docentes afectan el funcionamiento de las escuelas, generando sobrecarga laboral para los maestros que deben cubrir horas adicionales o atender más grupos de manera simultánea.
La falta de personal también puede afectar la continuidad de los procesos educativos, ya que los alumnos ven interrumpidas sus clases o tienen menos horas de aprendizaje efectivo. Esto representa un desafío importante para la calidad educativa.
El nuevo gobierno podría implementar un sistema de asignación más eficiente, utilizando plataformas digitales para identificar rápidamente vacantes y personal disponible, garantizando que cada grupo cuente con el docente adecuado desde el inicio del ciclo escolar.
c) Mejora de la infraestructura escolar
– La infraestructura de muchas escuelas de educación básica presenta condiciones inadecuadas, como edificios en mal estado, carencia de sanitarios en condiciones óptimas, falta de áreas recreativas y escasez de mobiliario adecuado. Esta situación es más crítica en comunidades rurales e indígenas; incluso en escuelas de varias décadas de existencia, donde los recursos son limitados y las intervenciones para mejorar las instalaciones suelen ser escasas o inexistentes.
Además, en la actualidad se requiere que las escuelas cuenten con espacios adaptados para el uso de tecnologías digitales, ya que las competencias digitales son fundamentales para el desarrollo integral de los estudiantes. Sin embargo, la realidad es que muchas escuelas carecen de acceso a internet o equipos de cómputo suficientes.
Se espera que el nuevo gobierno priorice la rehabilitación de escuelas en malas condiciones y la dotación de recursos tecnológicos y adaptación a espacios para discapacitados.
La propuesta incluye no solo la mejora de edificios y mobiliario, sino también la actualización de laboratorios y la creación de espacios de aprendizaje adaptativos que integren tecnología para el desarrollo de competencias digitales, así como atención a la diversidad.
d) Procesos académicos para la implementación de la reforma educativa
– La reforma educativa busca modernizar la enseñanza en educación básica, pero para que sea efectiva, es crucial facilitar los procesos que permiten su implementación.
Se propone una actualización continua de los materiales didácticos, capacitación docente en nuevas metodologías y un apoyo más cercano para adaptar los planes y programas de estudio a las realidades específicas de cada escuela.
Aunque las propuestas presentan una visión clara de mejora, existen desafíos como la falta de presupuesto, la resistencia al cambio y las dificultades logísticas que pueden afectar la implementación.
Es fundamental que el gobierno establezca mecanismos de supervisión y retroalimentación que permitan ajustar las estrategias sobre la marcha y garantizar la efectividad de las políticas educativas.
En conclusión, la educación básica en México enfrenta un panorama complejo, marcado por la desigualdad, la falta de recursos y los desafíos derivados de la implementación de políticas educativas. No obstante, la llegada de un nuevo gobierno abre la posibilidad de implementar cambios que aborden estas problemáticas de manera integral, centrándose en mejorar las condiciones de trabajo de los docentes, modernizar la infraestructura escolar y facilitar la implementación de la reforma educativa.
La participación activa de los maestros será fundamental para lograr que estas expectativas se conviertan en mejoras concretas en las aulas y; con ello, lograr no solo la construcción del segundo piso de la cuarta transformación sino la revolución en la educación púbica en el país.
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