Regreso a clases presenciales

Dr. Jorge Gutierrez Alfonzo

Se ha dicho que la escuela es la segunda casa. Los alumnos y maestros pasan alrededor de ocho horas diarias durante cinco días, de los siete que tiene la semana. Hoy, después de un año de estar confinados, debería afianzarse el dicho de que la primera casa es el hogar. Un hogar que en estos momentos está completo; padres e hijos, “conviviendo” casi 16 horas. Claro, una convivencia que muchas veces resulta determinada por los dispositivos electrónicos: “no te acerques porque tengo la cámara prendida”, “no hagan ruido porque voy a hablar”, “que nadie más se conecte porque si no me saca de mi clase”. Pero están ahí. Desayunan, comen quizás no al mismo tiempo, pero por lo menos no tienen que ausentarse de su hogar.

Puede pensarse en familias que han respetado el confinamiento y que no reciben visitas, ni salen por salir. Se programan para realizar las compras que necesitan. Están también aquellos hogares, en esta región fronteriza, que hicieron caso omiso del programa “Aprende en casa” en cualquiera de sus versiones. ¡Nunca les interesó!

Hoy la noticia del regreso a clases presenciales desconcierta a la familia. La costumbre de no bañarse a la carrera, de solamente colocarse la camisa o la blusa de la escuela para dar la impresión que se tiene el uniforme completo. Desayunar a las ocho de la mañana, sin importar si hay clase. Muchos alumnos, quizás acostados en la cama o un sillón, escuchando lo que dice el maestro sin ver lo que se comparte en la pantalla. Todo esto puede quedar en el recuerdo con el anuncio del regreso a clases presenciales. Se rumoraba entre los jóvenes que el regreso sería a partir de las semanas de regularización y recursamiento, de la semana de exámenes extraordinarios, si es que existían alumnos en estas condiciones, por eso no les preocupaba tanto el regreso, aunque sí los perturbaba.

La noticia se dio a conocer en la noche. Las fechas establecidas por la Secretaria de Educación del Estado fueron las siguientes: del 12 al 16 de abril se llevaría a cabo la vacunación de los maestros para que el 19 del mismo mes inicie el regreso a clases presenciales. “Algo está mal”, todo parecía indicar que era una noticia falsa. El regreso a clases no podía ser tan rápido. Aún no terminan de vacunar a las personas mayores de sesenta años. Y ya están queriendo vacunar a los maestros, pero el gobierno es así. No lleva un orden. Es más, a este recóndito lugar fronterizo no ha llegado la vacuna a casi quince días de que dio inicio la vacunación en la capital del estado.

Era necesario corroborar la noticia. Un alumno, intrigado, le preguntó al maestro que es el secretario académico de su escuela. Él respondió que oficialmente no había ninguna información. Le dio las gracias y colgó.  En la radio por internet, se escucha que el presidente dice que sí, que la vacunación de los maestros y maestras de la república mexicana se produciría en estos días para que ya vacunados se regrese  a clases.

El alumno recordó que uno de los maestros de su escuela realizó una encuesta para conocer si había el interés en regresar a las clases presenciales. Pensó que sus compañeros seguramente respondieron como él, que no se estaba en condiciones para volver porque el hogar es la primera casa y ahí hemos estado un año. Le marcó al maestro y esto fue lo que le explicó.

Realicé la encuesta con alumnos de escuelas del nivel medio superior. Ansioso, el alumno le pidió que le hablara de los resultados. El maestro con calma le dijo que el 63% respondió que sí deseaba regresar; el 26 % estaba indeciso y el 11% dijo que no. ¿Entonces, vamos a regresar? El maestro le comentó al alumno que había que analizar otros datos; por ejemplo, de los que dijeron que sí, el 48% tomó la decisión platicando con sus padres, mientras que el 44% lo hizo por decisión propia y el resto lo platicó con familiares y amigos. Además, el 50 % de los alumnos indicó que las personas mayores con quienes convivían no estaban vacunadas, el 26% no sabía si ya se habían vacunado.

Otro dato que debe tenerse en cuenta es el de las enfermedades crónicas degenerativas que padecen los docentes. “Pero, profe, ya van a estar vacunados”.  Sí, pero la vacuna no te hace inmune a la enfermedad, según dicen los expertos. Mira, tus compañeros indicaron que la decisión para regresar a clases es porque en la escuela aprenden más (85%); el 15% señaló que por tres motivos:  porque aprende más, por convivir con sus amigos y por no tener responsabilidades en su casa. El 32% dijo que su desempeño académico en esta pandemia ha sido bueno; el 28%, muy bueno;  el  6%, que excelente.

Al preguntarles a tus compañeros por el desempeño laboral de tus maestros, el resultado fue de bueno a excelente con 76%. “Híjole, profe, difícil decisión la del regreso a clases”. —Pues sí. Mientras que desean regresar a clases presenciales porque aprenden más, en  su desempeño académico en esta pandemia indican que es de bueno a excelente y los docentes trabajan en ese mismo rango, unos más y otros menos, pero en términos generales se considera bueno.

Tus compañeros que contestaron que no están dispuestos a regresar a clases, externaron que no existen condiciones de salud (54%). “Sí, profe, yo así contesté”. El 29% señaló que aprende igual o más en línea y además realiza otras actividades; el 32% expuso que aprende igual y no existen las condiciones para el regreso a clases. De quienes expresaron una respuesta negativa, el 47% lo hizo por decisión propia y el 40% lo platicó con sus padres.

“¿Pero, entonces, maestro?” La decisión debe ser tomada por los directivos de los centros escolares, debe ser platicada con los padres de familia y con los maestros, que el alumno vaya con la autorización del padre de familia. Y que los maestros asistan en un 99% para que los alumnos sientan que se aprovechará el tiempo.

“Sí, eso es lo que se debe hacer, platicarlo con los papás. Siempre da miedo contagiarse en la escuela y llegar a infectar a los padres o abuelitos. Les diré a mis amigos que hay que hacer conciencia sobre la importancia de llegar a un acuerdo para no perjudicarse y los padres que decidan enviar a sus hijos lo hagan con todas las medidas de higiene posible. Gracias, profe. Cuídese”.

Dr. Jorge Gutiérrez Alfonzo

gualjo@gmail.com

  • Doctorado por Instituto de Estudios Superiores
  • Maestría en Administración por Instituto de Estudios Universitarios.

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