Regreso a clases presenciales: expectativas, aprendizajes y experiencias.

De regreso a clases presenciales pensamos que todo sería igual, que regresaríamos a la normalidad y que fácilmente nos adaptaríamos; regresamos a clases con cubre-bocas, con las medidas de higiene y seguridad que nos deja de aprendizaje la pandemia; nos encontramos con el desconcierto de los alumnos de no distinguir la diferencia entre lo virtual y lo presencial; la presencia de sus maestros los cohíbe  y los presiona para lograr los objetivos académicos; respecto a la actividad docente se refleja una gran diferencia, entre lo que se aprende de forma virtual y lo que el alumno aprende de forma presencial, existe una gran diferencia desde las perspectivas del docente debido a que si considera a un alumno virtual con calificación de 10, ese mismo alumno bien pudiera bajar de calificación  de manera significativa en lo presencial; lo más grave de esto es que un número considerable de  alumnos manifiesta que en lo virtual no aprovecharon al máximo el proceso enseñanza-aprendizaje.

 En relación a las clases virtuales el docente se acostumbró a indicar instrucciones de las actividades y tareas académicas, por lo que de regreso a la actividad presencial se les dificulta regresar a la normalidad, percibiéndose dificultades por el tiempo de su jornada académica, preparan clases como si estuviesen en lo virtual acostumbrados a trabajar lo más reducido posible.

Existen estudiantes que por motivos de región, en sus escuelas rurales no manejan computadoras y no tiene acceso a internet, estos presentan un comportamiento especial, en la desesperación que esperaron ser apoyados por sus compañeros o maestros, pero al final fueron los que desertaron en el transcurso del proceso de educación virtual; por otra parte, los que relativamente se mantuvieron, fueron adecuando las actividades académicas virtuales a las exigencias de sus profesores, y eso dependiendo del manejo que hace el docente de las nuevas tecnologías. Desde nuestras perspectivas el alumno encuentra la información en las redes sociales del internet y la plasma en una tarea, muchas veces sin llevar acabo el procedimiento de procesar la información y emitir su punto de vista; la mayoría de las veces el alumno logro engañar al profesor y presento un documento de copia y pega, adquiriendo una calificación de 10; si se generalizó lo anterior se está mirando reflejado en el regreso a las clases presenciales.

La educación virtual refleja la ventaja que se convierten en desventajas al final, de poder reproducir el proceso de enseñanza aprendizaje desde cada uno de los hogares de los profesores y los estudiantes, propiciando condiciones de comodidad, ya que al no tener contacto presencial, las clases se podían tomar incluso desde la cocina, ingiriendo alimentos, desde la cama, desde el automóvil, lo que implica una falta de formalidad que refleja una falta de responsabilidad, aunado a ello las desventajas que deja el hecho de no tener socialización presencial, algunos alumnos presentaron problemas psicológicos que les dificultó el aprendizaje; lo que nos lleva a decir que las condiciones de atención no eran las ideales, debido a los distractores existentes al no encontrarse en un lugar adecuado para el aprendizaje.

Se espera que las clases presenciales generen un impacto positivo en la salud emocional de los estudiantes, dada la interacción entre sus compañeros, y en forma directa y personal con el profesor, así como el sentido de pertenencia con su escuela. Todas estas variables juegan un papel fundamental en el proceso enseñanza aprendizaje, generando un entorno adecuado para que el conocimiento fluya de manera más fácil, libre y eficaz.

El uso de la nueva tecnología y el internet son herramientas fundamentales que utilizadas correctamente abonan de manera positiva en el proceso enseñanza-aprendizaje, estas están sustituyendo a los libros que son exigidos como bibliografía, pensamos que lo anterior es producto del mal uso de estas tecnologías por parte de los alumnos, que ahora se reúsan a leer libros en físico.

Los estudiantes están intentando adaptarse nuevamente a las clases presenciales, utilizan los dispositivos móviles como computadora, tabletas y teléfonos móviles para tomar apuntes, omitiendo la forma tradicional de notas en libreta; La nueva realidad educativa deberá contemplar todos los aspectos positivos que aprendimos de la educación virtual y usar esas tecnologías para reforzar las clases presenciales, sin dejar de lado la parte emocional y de integración de los estudiantes a la comunidad educativa, misma que se vio afectada por el distanciamiento social a raíz del modelo obligado de las clases virtuales.

Sin duda es un gran reto el que nos espera a todos los que conformamos la comunidad educativa, incluyendo a la sociedad en su conjunto, para lograr que esta nueva transición hacia el retorno a clases presenciales desemboque paulatinamente en un nuevo paradigma educativo en donde converjan lo mejor de ambos modelos, el virtual y el presencial.

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