¿Qué se necesita para transformar la educación del futuro?

Dra. Martha Maricela Galicia Lira

En un mundo cada vez más complejo y dinámico, la educación enfrenta el desafío de preparar a las futuras generaciones con las habilidades y conocimientos necesarios para prosperar en un entorno en constante cambio; sin embargo, parece ser ante esta situación los maestros mexicanos poseen múltiples barreras que limitan transformar la educación del futuro.

Las barreras que enfrentan los maestros mexicanos se manifiestan en diversos ámbitos, englobados bajo epígrafes políticos, sociales, económicos, familiares, y, particularmente preocupantes, burocráticos. Algunas de estas barreras pueden encontrar su origen en las consecuencias derivadas de la pandemia, mientras que otras pueden ser atribuidas a las reformas implementadas por el gobierno, las cuales han generado incertidumbre y resistencia entre los actores educativos. Además, la falta de procesos transparentes en la selección y capacitación de docentes, así como la cuestión económica que afecta a familias con estómagos vacíos, también se perfilan como obstáculos significativos. A pesar de estas dificultades, los educadores se enfrentan al desafío de garantizar el conocimiento y las letras lleguen a las mentes de las nuevas generaciones.

Indudablemente, se requieren acciones sustanciales para transformar la dinámica de los procesos educativos en México; aunque en la literatura educativa se plantean soluciones que parecen acertadas y sobre el papel se presentan como eficaces, es crucial abordar las lagunas legales que obstaculizan su implementación efectiva y acciones que no generan beneficios para los alumnos y que invitan a cuestionar varias acciones y decisiones.

Interrogantes como, ¿cuáles son los beneficios reales de reducir el tiempo de clase debido a presiones sindicales o a la falta de organización en la administración educativa?, ¿de qué manera enfrentar y resolver situaciones en las que el abuso de autoridad desplaza a unos profesionales de sus funciones para beneficiar a otros?, cuestionamientos que evidencian la necesidad de abordar de manera integral los desafíos estructurales que afectan el sistema educativo mexicano.

Aunque se repite con frecuencia la consigna de erradicar la corrupción como punto de partida para la transformación, la realidad es que el enfoque de “barrer las escaleras de arriba hacia abajo” no ha surtido efecto. Para lograr un cambio genuino, se requiere un sólido fundamento de conocimiento, voluntad e integridad en las decisiones, las cuales deben estar guiadas por la imparcialidad y el compromiso con el bienestar general, sin sesgos partidistas ni intereses económicos. En vista de lo expuesto, los saberes esenciales para la educación del futuro requieren con urgencia la capacidad de adoptar un enfoque dinámico e incluso disruptivo, que se centre en el desarrollo integral de los estudiantes y esté dispuesto a desafiar las convenciones y paradigmas establecidos. En otras palabras, se necesita la creación de “superescuelas” según lo propuesto por Hernando (2015), donde el personal docente esté compuesto por individuos que reconocen la imperiosa necesidad de transformar el proceso educativo en busca de un futuro más prometedor para la niñez y la juventud.

Por supuesto, esta labor recae en lo que la Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación (REDUCA, 2017) define como la necesidad de contar con “súper profes” y “súper directivos”. Los primeros comprenden en esencia que cada estudiante es único, con sus propias habilidades, desafíos y potencialidades; mientras que los segundos reconocen la importancia de involucrar a la comunidad educativa en la toma de decisiones y en la construcción de un proyecto educativo compartido.

Por consiguiente, la UNESCO (2015), en una de sus publicaciones, resalta que, ante los rápidos cambios globales, la educación debe evolucionar más allá de la simple alfabetización y la adquisición de habilidades aritméticas básicas. Se enfatiza la necesidad de centrarse en entornos de aprendizaje innovadores y en nuevos enfoques que fomenten una mayor justicia, equidad social y solidaridad a nivel mundial. En otras palabras, se busca avanzar hacia el bienestar común mundial, caracterizado por un compromiso con el desarrollo sostenible, una visión humanista y la formulación de políticas educativas que aborden la diversidad y la interconexión global. Las premisas mencionadas resaltan la importancia de cultivar en las aulas mexicanas una amplia gama de competencias; entre ellas, las competencias tecnológicas (dominio de herramientas digitales e inteligencia artificial), inteligencia emocional (aprender a gestionar las emociones, desarrollar empatía y establecer relaciones interpersonales saludables), pensamiento crítico y creatividad (aprender a cuestionar, analizar y sintetizar información de manera rigurosa, así como a generar soluciones innovadoras ante desafíos diversos), poseer habilidades de alfabetización mediática (discernir entre fuentes confiables y sesgadas) e ir en la senda de un aprendizaje continuo.

En este sentido, la UNESCO (2022) propone, con la visión de un futuro esperanzador para México, enfocarse en la equidad educativa, ampliar el acceso al conocimiento digital para reducir las brechas existentes, integrar pedagogías cooperativas y solidarias, revisar y actualizar los planes de estudio para asegurar su pertinencia, fortalecer la formación y profesionalización docente, transformar la infraestructura y metodologías de enseñanza en las escuelas, así como flexibilizar los horarios y espacios educativos para adaptarse a las necesidades cambiantes de los estudiantes. Todo esto conlleva a la creación de un nuevo contrato social que garantice una educación de calidad para todos.

Un nuevo contrato social en las sociedades permitirá a los jóvenes vivir con dignidad, garantizará que las mujeres tengan las mismas perspectivas y oportunidades que los hombres y protegerá a los enfermos, a los vulnerables y a las minorías de todo tipo… dentro de una generación, todos los niños de los países de ingresos bajos y medios podrían tener acceso a una educación de calidad a todos los niveles. Esto es posible. Solo tenemos que decidirnos a hacerlo… Para cerrar esas brechas y para hacer posible el Nuevo Contrato Social, necesitamos un Nuevo Acuerdo Global que garantice que el poder, la riqueza y las oportunidades se repartan de forma más amplia y justa a nivel internacional. (UNESCO, 2022, p. 135)

Ante esta situación, los maestros mexicanos han adoptado acciones transformadoras en su práctica educativa, tales como la implementación de enfoques interdisciplinarios y el fomento del aprendizaje basado en proyectos. Además, están aprovechando oportunidades de formación continua para mejorar sus habilidades y conocimientos, al mismo tiempo que promueven la inclusión y la diversidad en sus aulas.

Los directivos, por su parte están adoptando un enfoque más comprometido con el trabajo colaborativo junto al equipo docente para alcanzar mejoras en los resultados académicos (UNESCO, 2023). Esto implica romper con la rutina burocrática y asumir un rol de líder más activo, en lugar de limitarse únicamente a funciones administrativas.

En última instancia, se puede concluir que el futuro de la educación demanda un enfoque integrador que incorpore una variedad de conocimientos y fomente habilidades interdisciplinarias como el pensamiento crítico, la creatividad y la inteligencia emocional. Por ello, es imperativo que el Sistema Educativo Mexicano se adapte a las exigencias de un mundo en constante transformación, capacitando a los estudiantes para enfrentar tanto los desafíos como las oportunidades del siglo XXI.


Referencias Bibliográficas

Hernando, A. (2015). Viaje a la escuela del siglo XXI. Así trabajan los colegios más innovadores del mundo. Fundación Telefónica. https://www.fundaciontelefonica.com/noticias/record-descargas-viaje-escuela-siglo-21-alfredo-hernando/

REDUCA. (2017). Súper profes y súper directivos. Estudio de percepción estudiantil sobre la caracterización de competencias docentes y directivas en América Latina y el Caribe y sus marcos regulatorios. http://www.empresariosporlaeducacion.org/sites/default/files/super_docentes_y_directivos.pdf

UNESCO. (2015). Replantear la educación ¿hacia el bien común mundial? https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000232697/PDF/232697spa.pdf.multi

UNESCO. (2022). Reimaginar juntos nuestros futuros. Un nuevo contrato social para la educación. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000381560/PDF/381560spa.pdf.multi

UNESCO. (2023). Nota conceptual del Informe de seguimiento de la educación en el mundo 2024/5 sobre liderazgo y educación. https://doi.org/10.54676/QAKY2294


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