¿Qué nos deja el Covid-19?

Mtro. Diego Isidro Díaz Pérez

Esta cuarentena nos ha servido para pensar las cosas fuera de nosotros mismos y al mismo tiempo darnos cuenta de muchos retos que tenemos como sociedad y educadores.

Como sociedad hemos visto que casi ningún país estaba listo para esto, los servicios médicos son escasos bajo estas circunstancias y quizás debimos ser más precavidos en algunos aspectos de nuestra vida, asimismo hemos podido observar que una pandemia siempre será política ya que nos afecta a cada uno de nosotros en lo personal y en lo colectivo.

Hay que mencionar que el Covid-19 nos ha hecho replantear la cotidianidad en lo privado y lo público, por otro lado, es evidente que la misma tiene repercusiones para cada una de nosotros, está claro que estos efectos y la manera de afrontar esta situación dependerá del extracto social en el que nos encontremos. 

Por otra parte, algunos aspectos a repensar es la fragilidad de nuestras economías, en el poco entendimiento que se tiene del otro, en la poca reacción, en algunos casos, de nuestras autoridades y en la pérdida de empleos que toda esta situación provoca, lo cual agudizará ciertos problemas sociales que se tienen a nivel nacional, es decir, si en escenarios de “normalidad” veíamos bastante marginación y exclusión, esta nueva realidad asentará estas condiciones. 

Bajo estos contextos sociales que en la mayoría de los casos son adversos, nos damos cuenta que la educación, en particular los docentes hoy más que nunca son los motores de las instituciones educativas, y actores principales en nuestra sociedad. Sus jornadas de trabajo son más largas y con mayor carga de trabajo, incluso se han roto los horarios de trabajo, por tanto, como encargados de la educación nuestra responsabilidad en estas circunstancias es aún más grande.

Debido a la pandemia por el Covid-19, nos encontramos ante la gran incertidumbre de saber cómo manejar las nuevas tecnologías, en este sentido, pocos son los que estaban listos, esto ha puesto en evidencia la poca preparación e importancia que se la ha dado en las escuelas a la aplicación de la tecnología en la educación y esto ha hecho que bastantes profesores hayan aprendido sobre la marcha a cómo utilizar y trasladar su práctica docente a medio digitales. 

Por otro lado, la pandemia ha demostrado el poco acceso que tienen nuestros niños y adolescentes a la tecnología, computadoras o tabletas, así como al internet, herramientas que parecen básicas y que hoy en día por las condiciones sociales y económicas de este país, son un sueño para buena parte de los alumnos.

Para nuestros estudiantes, esto también ha supuesto un reto, la preparación que tenían respecto a la tecnología en la escuela había sido poca, aunque sin duda su adaptación ha sido mucho más rápida. Como educadores hemos aprendido a valorar a nuestros estudiantes y reconocer que son el otro pilar de la educación y que, sin ellos, las escuelas carecen de significado. Así pues, estas nuevas formas de enseñanza han afectado a las familias, ya que las cargas de trabajo dentro de las casas también han aumentado, y en muchos casos el descanso es poco.

En general, las planeaciones escolares han servido de poco, ya que hemos tenido que modificar lo previsto y sujetarnos a las nuevas circunstancias, hemos tenido que improvisar, aprender y reestructurar la normalidad, estamos aprendiendo a percibirnos de diferente manera, y a desarrollar otras habilidades; como enseñantes ha sido un cambio grande que ha representado largas jornadas de trabajo así como de reorganización que ha implicado un gran empeño, compromiso y dedicación de toda la comunidad educativa.

Por último, en el terreno social no vislumbro grandes cambios estructurales, ni de conciencia, cuando podamos comenzar a salir a las calles por gusto y no por necesidad, esto pasará de manera rápida y será para los que no la hemos pasado tan mal casi como una anécdota, no creo que consigamos una cohesión social ni creo que lleguemos a pensar de diferente manera en el otro, harían faltas otros escenarios.

En el ámbito educativo espero que podamos acercarnos más a la tecnología después de esto, y que salgamos fortalecidos de todo lo aprendido para seguir formando a mejores personas que puedan en un futuro cercano cambiar de manera profunda a la sociedad y estén listos para los contextos que se vislumbran en los próximos años. Así pues, tenemos que reconocer el valor de cada uno de los docentes que a pesar de esta situación han seguido adelante con su labor día con día. 

Mtro. Diego Isidro Díaz Pérez.

diegodiaz.pz@gmail.com

  • Maestría en letras por parte de la Universidad de Granada.
  • Licenciado en comunicación y filosofía por la UNIVA (con mención honorífica).

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