Mtro. Andrés Godínez Bustos.
Desarrollo académico.
El egresado de la licenciatura en derecho, tanto de las universidades públicas como privadas en nuestro país, tendrá una formación académica de calidad y contenido tan variada, como haya sido la carga de información que en materia fiscal le fue transmitida por los profesores de esta especialidad, aunada a la investigación y estudio adicional que el estudiante haya aplicado, por el gusto personal de esta rama del quehacer jurídico.
Así, el grado de desarrollo del egresado en el conocimiento derivado de las materias que componen los programas universitarios, en derecho fiscal, es disímbolo y precario, pues la variedad de asignaturas impartidas no logra un sustento suficiente al reciente graduado, que inicia sus pretensiones de acceder al mercado laboral en esta citada materia de estructura y comprensión altamente compleja.
Se busca que, con un correcto desarrollo académico se logre como principal función el mejoramiento de los procesos educativos en pro de la calidad educativa de la institución por medio de:
Promover el fortalecimiento de los planes de estudio en materia impositiva, que implican la unión de la pedagogía y las disciplinas en torno al diseño, gestión y evaluación curricular, lo cual incluye por naturaleza la planeación del proceso de enseñanza y aprendizaje del derecho tributario, así como la implementación de métodos y estrategias de evaluación, medios y recursos didácticos, y la forma como interactúan en el ambiente de aprendizaje del educando.
Cobra mayor importancia, la formación de los profesores en cuanto el desarrollo y fortalecimiento de las competencias propias del ejercicio profesoral, buscando la actualización permanente e implementación de técnicas de innovación pedagógicas y didácticas, que faciliten y potencien en aprendizaje significativo en los estudiantes que egresan.
El estudiante autodidacta que reforzó los conocimientos básicos del derecho fiscal-contable, gozará de mejores oportunidades de acceso al mercado laboral, pues comprenderá con mayor facilidad y rapidez el especial lenguaje, que en forma peculiar se utiliza al interior de las estructuras públicas y privadas que detentan el control de las obligaciones tributarias de los gobernados, distinguiéndose así de los demás egresados, por haber adelantado su incursión al derecho tributario desde las asignaturas que le fueron impartidas en el aula.
Perfil laboral del aspirante.
Es indudable, que el egresado universitario que se interesa en formar parte de un equipo de trabajo en el área fiscal-contable, carece del conocimiento necesario para llevar a cabo las tareas cotidianas que en esta difícil y evolutiva especialidad se requiere, por ello, se hace necesario que los primeros puestos a los que se desea concursar, sean los básicos de la pirámide escalafonaria, a fin de que los cimientos del conocimiento sean fiables, fuertes y perdurables.
De ninguna manera es posible esquivar el aprendizaje técnico, que se adquiere en las actividades cotidianas que corresponden al novel profesionista, pues la preparación y seguimiento de procedimientos en el ámbito tributario, son indispensables para la comprensión adecuada de los cambiantes segmentos que componen al derecho fiscal, sobre todo por la multiplicidad de acciones directas e indirectas de las autoridades revisoras, en ejercicio de sus facultades de comprobación.
Con todo ello, el principiante deberá tener las cualidades personales necesarias que, en las aulas, “espantaban” a los estudiantes que conocieron las disciplinas del derecho fiscal-contable, debiendo ejercer día con día la investigación, la consulta de las publicaciones oficiales en temas de la hacienda pública y el derecho financiero, las opiniones que vierten los contadores públicos y abogados fiscalistas experimentados, en revistas especializadas, periódicos y medios masivos de comunicación, con la obligada inversión económica al acudir a cursos y seminarios que aborden los nuevos temas de discusión general, para de ese modo, normar con mayor exactitud el criterio de solución, defensa y ejecución de las acciones a seguir, en los asuntos que enfrentará el profesionista novato.
Así, el egresado universitario deberá estar consciente de los retos que la materia fiscal le depara, al buscar en él ciertas cualidades de aprendizaje en el centro de trabajo:
- Capacidad de análisis y explicación del funcionamiento del sistema fiscal mexicano.
- Diferenciación de la distribución de las competencias recaudatorias de las autoridades fiscales.
- Habilidad para reconocer los límites y alcances de las facultades de comprobación que poseen las autoridades fiscales.
- Aptitud para determinar, elaborar e implementar estrategias de planeación fiscal de corte preventivo.
- Suficiencia de un conocimiento teórico-práctico para identificar problemas reales y cotidianos en materia fiscal, para estar en condiciones de desarrollar e implementar las estrategias de defensa más adecuadas.
- Disposición para el estudio, análisis y búsqueda de los criterios jurisdiccionales vigentes en materia fiscal para su uso práctico en las estrategias de defensa fiscal.
- Destrezas técnicas de comunicación escrita para llevar a cabo una mejor argumentación jurídica.
- Reunir conocimientos especializados, vigentes y actualizados en las nuevas disposiciones constitucionales, legales, reglamentarias y, de misceláneas fiscales.
- Capacidad para analizar los criterios de interpretación más novedosos emitidos por el Poder Judicial de la Federación, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa y los Tribunales Contenciosos Administrativos estatales.
Un perfil que todo egresado de los colegios debe tener, es el de la constante indagación e investigación de las normas tributarias, manteniéndose disponible en todo momento al intercambio de ideas y experiencias con sus noveles compañeros, confrontándolas además con los profesores expertos que integran los cursos de posgrado, en una permanente dialéctica académica, que le ayude en la comprensión de los problemas que se suscitan, en el campo de la administración de la obligaciones impositivas de los contribuyentes.
Elección del área laboral.
El reto más importante y del cual el egresado tiene poca información confiable, es el de elegir el área o institución donde pretende ingresar al mercado laboral del derecho fiscal, viéndose ante la disyuntiva relacionada con el ejercicio y aprendizaje real, dentro de las instituciones hacendarias y de finanzas de los gobiernos municipales, estatales y federales, o el de la práctica, formando parte de los despachos de especialistas en el campo privado del ejercicio profesional.
Al abrir la puerta del mercado laboral, el bisoño profesionista se ubica en la decisión de concursar para una plaza, incluso meritoria y sin sueldo de nómina, dentro de las diferentes instituciones gubernamentales que integran la administración pública hacendaria, en sus respectivas jurisdicciones y competencias, tal vez accediendo con la mínima información de algunos compañeros egresados que laboran al interior, o por simples recomendaciones y referencias, que, en la mayoría de los casos, no tienen un sustento fiable.
Los organismos del Estado que reciben a primerizos egresados en ésta área, deben cumplir con metas de producción que conllevan una calidad de contenido y forma, misma que deberá ser aprendida inmediatamente por el egresado universitario, pues los documentos oficiales que son despachados en los escritorios de los funcionarios públicos, no esperarán a ser notificados con demora, bajo pena de causar un problema al titular, o al mismo aprendiz que recién ha sido encargado de su elaboración y despacho.
Con una intensidad distinta de cargas de trabajo, el egresado novato que elije formar parte de los corporativos del empresariado privado, también encuentra en el interior de los centros de trabajo distintas responsabilidades que le son irrogadas, las cuales a un ritmo menor, deberá aprender con diligencia y eficacia, ya que en sus manos es puesto con relativa frecuencia, el cumplimiento de obligaciones fiscales de empresas y personas físicas, que de no atenderse a tiempo, generarán multas o incumplimientos, que pueden ser menores, o trascendentes para las finanzas de los clientes a los cuales asesoran.
Desempeño laboral.
Como en toda especialidad, el nuevo empleado pasa sus primeros días en el área de trabajo en un desconcierto real, que no le permite la plena asimilación de los conocimientos y prácticas que cotidianamente se desarrollan, es por ello que la actitud ante los retos que enfrenta deberá ser de apertura al aprendizaje y conocimiento, llegando con humildad a la utilización de las preguntas frecuentes hacia sus compañeros experimentados, incluso a sus jefes.
Adscrito a una determinada área, el bisoño egresado que busca comprender en forma integral los procesos del derecho tributario, evitará restringir su actuación a la responsabilidad que le ha sido delegada, antes bien, en afán de búsqueda y crecimiento, “atisbará” en otras labores de sus compañeros de trabajo que se encuentran en los diversos eslabones de los procedimientos de integración, estudio y resolución de los expedientes de cada caso concreto, conociendo las razones y formalidades que deberán normar las soluciones de los asuntos fiscales.
Así como en las aulas, el desempeño profesional del derecho fiscal resultará de mayor dificultad para el novel empleado, debiendo aplicar con esmero todos sus atributos personales y mantenerse dispuesto al cumplimiento de aquello que le es ordenado, con disciplina y concentración suficientes que le permitan cumplir con exactitud y precisión sus tareas, pues de lo contrario, el principio de estricto cumplimiento que impera en el derecho tributario, estará en riesgo de ser trastocado por un mal entendimiento del caso planteado, o algo tan simple, como sucede con el deficiente cómputo de un plazo perentorio de cumplimiento de alguna obligación fiscal.
Actitud y futuro cambiante.
Hemos dicho que la actitud del egresado primerizo que incursiona al ambiente laboral del derecho impositivo, es de suma importancia para el inicio del ejercicio de su profesión, lo cual le permitirá el acceso a oportunidades de crecimiento en su centro de trabajo, dada su disponibilidad para realizar las tareas que le son encomendadas, de buen modo y en tiempo, lo que agradará a sus compañeros y jefes, que así ven con gusto la llegada de un aprendiz diligente, confiable y con ganas de ser bien educado en la difícil tarea de comprender el derecho fiscal y su constante evolución.
La experiencia que se adquiere con el ejercicio prolongado del derecho tributario, otorga la confianza de atender asuntos de cada vez mayor importancia y de suma responsabilidad, que son confiados al egresado que ha demostrado la capacidad de solucionarlos, avanzando así entre aquellos salidos de las universidades, que han evadido las fuertes cargas de estudio que acarrea la práctica del derecho fiscal y su componente perenne, la contabilidad, que juntos deben ser interpretados correctamente, a fin de evitar equivocaciones que afecten a los interesados.
El futuro del derecho impositivo es cambiante y los avances en el campo de la informática ofrecen nuevos retos al fiscalista de experiencia, que deberá aprovechar al joven egresado, para que le brinde ayuda en la utilización de las herramientas tecnológicas de la nueva era, a las cuales el novato está acostumbrado y en las que avanza de la mano, con cada cambio de las aplicaciones de la informática, de la que se debe asistir el fiscalita moderno para no quedar relegado y obsoleto.
Así como sucede con la tecnología y sus constantes cambios que son lanzados en grandes campañas publicitarias al mundo, las universidades deberán evolucionar también en la especialización de sus áreas del conocimiento, para de ese modo preparar debidamente a estudiantes que egresen con las capacidades y aptitudes mínimas, que les permitan concursar al mercado laboral público o privado con oportunidades reales y eficaces, y demostrar la valía personal y el sustento académico de cada casa de estudios, que vayan formando un prestigio sólido, preparando a profesionistas dedicados a las diversas especialidades del saber.
Mtro. Andrés Godínez Bustos.
- Maestro en Derecho Fiscal (Colegio Superior de Ciencias Jurídicas)
- Lic. en Derecho (Universidad Autónoma de Puebla)
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