Perspectiva laboral de los egresados de la licenciatura en Trabajo Social en el campo empresarial.

Dra. Marisela Rivera Montoya

El mercado laboral, se percibe como “el espacio privado, como fuente de oportunidades, lo cual disminuye la demanda laboral con el sector público” (Escobar, 1997) es importante señalar, que aun cuando el espacio privado de inserción laboral que se oferta a los egresados de la profesión de Trabajo Social, ha tenido un gran auge en algunos países, incluso en algunos estados de la República Mexicana, encontramos que en nuestro contexto local, los trabajadores(as) sociales, no cuentan con una oferta laboral tan amplia en el área empresarial, a pesar de ser un estado en el que se ha desarrollado la agroindustria, los servicios diversos y han entrado empresas  cuyas cadenas son del orden nacional y/o internacional.

Llama nuestra atención, el hecho de que la ciudad de Culiacán, se caracteriza por ser un lugar donde predominan las organizaciones empresariales, sin embargo, la profesión  no ha logrado posesionarse en las mismas, y convertirlo en un campo de actuación emergente (Galeana, 2004:142), que permita a la profesión perfilarse hacia un futuro que se dibuja incierto debido a los cambios y transformaciones de la sociedad contemporánea.

La institución educativa formadora de estos recursos profesionales no ha planteado alguna estrategia  para resolver este problema, ya sea vinculando sistemáticamente a sus alumnos de los últimos semestres, con materias opcionales orientadas a la empresa o como servidores de Servicio Social Universitario, previo convenio en las empresas y realizar cotidianamente foros, exposiciones, mesas redondas u otros mecanismos que permitan la promoción y la difusión del hacer en este campo potencial y emergente. Es un proceso de promoción y difusión que ha de surgir desde las instituciones formadoras de recursos humanos, la Facultad de Trabajo Social. Por lo tanto, su personal académico, también debe  tener información teórica y práctica sobre el campo empresarial, para trabajar con aprendizajes por competencias y que al final se constituyan en significativos para su formación. No se puede contratar lo que se desconoce, pues está en juego la inversión. Se arrastra con una imagen social histórica de que los trabajadores sociales son auxiliares de otros profesionistas y que sólo saben aplicar encuestas. Indudablemente esta imagen social se tendrá que superar con trabajo y acciones desde los centros formadores den trabajadores sociales, y en la empresa, se continuará con una capacitación específica de acuerdo con la empresa contratante y su giro comercial, de servicio o de otra índole.

Al no existir conocimiento de lo que puede y hace el trabajador social, siente que se le cierra la puerta y un ingreso. Ahora bien, no se niega que la formación de cualquier profesional gira en cuanto a una formación general de los principios y estatuto de la profesión, por lo que se tiene una idea general teórica y metodológica del hacer profesional, pero si ya se han develado los campos potenciales y emergentes ¿por qué no generar opciones para atenderlos y desarrollarlos? ¿Por qué no diseñar una estrategia en la formación profesional para incursionar en estos campos? ¿Qué impide que se promueva lo que se puede hacer como profesionista? Con esta falta de políticas educativas vinculadas a la empresa ¿no se está generando en parte al desempleo?

Los economistas neoclásicos explican este fenómeno, realizando una clasificación de los tipos de desempleo existentes en el mercado de trabajo: el friccional y el estructural, encuadrándose en la primera clasificación, el problema que manifiestan los profesionistas de Trabajado Social, ya que como lo afirma esta teoría, se origina porque muchos de los que  acaban de obtener un título profesional, no tienen un empleador esperándoles en la salida del centro de estudios, o porque algunos trabajadores deciden dejar su puesto para buscar otro mejor y tardan  algún tiempo en encontrarlo. En este sentido, los trabajadores sociales contratados en las empresas, pero que no realizan funciones de acuerdo a su perfil profesional, nos afirman que al no encontrar un puesto de acuerdo al perfil profesional, aceptan otro puesto en tanto puedan ofertarles otro afín a sus competencias. Sin proponérselo así se van perdiendo la identificación y especificidad del Trabajo Social, a la postre, la confusión y el desconocimiento de lo que realmente hacen los trabajadores sociales.

De acuerdo a las explicaciones de la teoría neoclásica (Martínez, 2001: 2) el individuo busca un empleo de acuerdo a sus aspiraciones, sin embargo, al no encontrar algo adecuado, el proceso de búsqueda aumenta y aumenta su angustia, se coloca donde puede ya que los gastos generados en ese proceso rebasan sus posibilidades económicas, y esto, lo motiva a aceptar la primera propuesta que se le presenta. Este fenómeno lo observamos con los egresados de Trabajo Social, quienes se colocan como auxiliares en las oficinas de las organizaciones empresariales, con los resultados ya mencionados, además, que se inicia un camino en el campo laboral que tiene dos vertientes: una de ser siempre un auxiliar de otro profesionista, y la segunda, que a partir de ese primer empleo, destacar y alcanzar la independencia profesional a través del estudio, la capacitación y el cambio de actitud.

Indudablemente, la situación del mercado laboral en el campo empresarial en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, podría significar una fortaleza para la profesión, sin embargo, en el mercado laboral también existe la competencia, se compite por el puesto, no tanto por los salarios. Así, encontramos que existen otros profesionistas con una imagen social más concreta de lo que realizan profesionalmente, incluso que “invaden otros campos profesionales”, como son los psicólogos, los administradores, los contadores, que ocupan puestos en las empresas, sobre todo en la administración de los recursos humanos, que van desde el reclutamiento, selección, contratación, capacitación, nóminas, seguridad industrial, prestaciones y servicios, y que ocupan los puestos por conocer lo que hacen, es decir tienen claridad sobre su objeto de intervención.

Bibliografía:

Escobar Chávez, Ana Lucía (1997): Los Profesionales en el Comercio de Culiacán, UAS-ANUIES-SIMAC, Culiacán.

Galeana de la O, Silvia (2004): “Campos de acción del Trabajo Social”, en Manuel Sánchez  Rosado (compilador)  Manual de Trabajo Social, México, P Y V.

Galeana de la O, Silvia (2004): “Actualidad y perspectivas del Trabajo Social en México”, (Ponencia), ENTS-UNAM  México.

Malpica Valencia, Verónica (1997): “Trabajo Social Empresarial”, Revista de Trabajo Social,  No.14,   UNAM.

Dra. Marisela Rivera Montoya

maestra_uas@hotmail.com

  • Doctora en Trabajo Social con acentuación en sistemas de salud, por la UAS.
  • Maestría en Trabajo Social con Mención honorífica.
  • Licenciada en Trabajo Social.
  • Licenciada en Derecho.
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