El formar seres autónomos e independientes para resolver la vida, proveerá congruencia a la educación actual.

M.D.H. Nayelhi Avilés Rodelo

Desde la perspectiva del desarrollo humano, la autonomía personal es la capacidad del individuo para hacer elecciones, tomar decisiones y asumir las consecuencias de las mismas. El término opuesto a autonomía no es dependencia sino heteronomía que significa ausencia de autonomía y de la libertad que se rige por un poder o por una ley, en éste sentido se considera necesario analizar la construcción de la autonomía a partir de la crianza de los padres de familia, y la percepción que tenemos de la autonomía en la educación y en las instituciones educativas, para darnos cuenta si existe congruencia en estos contextos.

Al reflexionar sobre la manera en la que fuimos criados por nuestros padres, posiblemente encontremos la razón real de sentir si somos efectivamente autónomos e independientes; si vamos más allá existe la posibilidad de darnos cuenta si estamos criando a nuestros hijos e hijas con herramientas para ser autónomos e independientes, y si la forma en la que los estoy educando es adecuada, si les ayuda a resolver su vida o si en realidad estamos siendo obstaculizadores de su educación y crecimiento personal con nuestro estilo de crianza.    

En este momento y bajo las circunstancias que se están viviendo en el mundo se sugiere observar a la autonomía en la crianza de los hijos como la capacidad que los dotará de un conjunto de habilidades que les permitan decidir con responsabilidad y de manera asertiva apropiándose haciéndose cargo de las consecuencias.

Cabe señalar que la autonomía se aprende, que es un constructo social, que se adquiere mediante su ejercicio y a través del aprendizaje que proviene del autoconocimiento y de la interacción social, de ahí la necesidad entonces de ser padres y maestros congruentes, de ser adultos coherentes con lo que decimos y hacemos para construir ambientes sanos para el aprendizaje real y transparente, es por estas consideraciones que escuela debe centrarse en enseñarnos a ser autónomos e independientes, e invito a reflexionar lo siguiente:

• ¿Realmente la educación genera un vehículo para el ejercicio de la libertad, que forja el desarrollo de la autonomía y crea estudiantes constructivos y responsables de su aprendizaje?; en éstos momentos de confinamiento de lo que más se carece es de libertad, se está trabajando para reportar evidencias  no en la atención de necesidades de los alumnos y de la construcción de los aprendizajes, y se ha vuelto un reto para los docentes desarrollar estrategias que permitan dotar a los estudiantes de herramientas para resolver aspectos de la vida.
• ¿Se toman realmente en cuenta la formación para el desarrollo humano sobre la base de criterios e indicadores acordes a propósitos como la autonomía y la libertad humana?

En definitiva sería mejor que todo el sistema educativo construyera un currículo tomando en cuenta las circunstancias actuales de la nueva realidad que deberá asumirse debido a la pandemia por Covid 19 para el desarrollo de competencias vinculadas con la autonomía; tomando en cuenta que cada competencia necesita reflexión y critica para el conocimiento formal e informal de las experiencias de la vida.

En este sentido, el aprendizaje autogestivo debe sustentarse en aprovechar las nuevas tecnologías de la información y comunicación con el objetivo de generar y construir conocimiento a lo largo de la vida, es decir, aprendizaje permanente para el desarrollo de la persona y de la sociedad.

En un mundo multirreferencial[1] lleno de diversidad es prioritario educar para la vida y en torno a las necesidades básicas de los estudiantes para enfrentar la realidad social que hemos estado construyendo. La visión y el propósito de la educación están determinados por estas condiciones sociales. La autonomía está muy vinculada con la educación, es un principio y un anhelo como se ha visto históricamente y no se ha logrado.

Para concluir se considera que una nueva visión de la política educativa es necesaria para reinventar la práctica educativa. Un distinto enfoque en el que desde la gestión se fortalezca a los actores sociales involucrados en el proceso de educabilidad[2] en el que ellos lograran reconsiderar las acciones de los principales sujetos de la acción educativa, el uso de la tecnología y principalmente centraran sus esfuerzos en la atención de los alumnos y sus necesidades de aprendizaje, es así como habría congruencia en el encauzar el original fundamento y en la educación para el ejercicio de la autonomía.

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[1] Multireferncialidad.– permite distin- guir y analizar diversas teorías relacionadas con la educación,

 posibilitando la selección de las más adecuadas para la generación de conocimiento.

[2] Proceso de educabilidad.- conjunto de disposiciones y capacidades, que permiten a una persona recibir influencias para construir su conocimiento. Educabilidad como capacidad para poder ser influenciado (educando). … Educatividad como capacidad para influir (educador).