Autonomía escolar en el siglo XXI

Mtro. Diego Isidro Díaz Pérez.

La autonomía de las escuelas es una de las bases del buen funcionamiento de las instituciones. Se relaciona con el autoaprendizaje de los estudiantes y a la apropiada gestión de espacios y recursos dentro de las mismas, es pues un proceso donde están involucrados los diferentes actores que conforman las comunidades educativas.

La autonomía debe partir de tres pilares: directivos, profesores y padres de familia, los cuales deben tomar decisiones conjuntas que lleven a los estudiantes a un buen rendimiento escolar. Pensar en esto, implica tomar conciencia de los procesos educativos y personalizados que los centros escolares, de cualquier nivel, deben ofrecer para atender necesidades particulares de cada región, es decir, la autonomía invita a reflexionar acerca de la pluralidad de necesidades que presentan nuestros jóvenes dentro de una misma zona geográfica.

A partir de lo anterior, la autonomía escolar en este siglo se debe pensar como una herramienta para combatir el rezago educativo y la marginación, debe ser un puente para la construcción de redes de apoyo dentro de la misma comunidad educativa para combatir y erradicar las brechas sociales, culturales y económicas.

Uno de los principales objetivos de la autonomía en la educación es favorecer el autoaprendizaje a lo largo de la vida del estudiante, lo cual es un gran desafío para los próximos años ante las condiciones educativas, sociales y económicas en las cuales las sociedades están inmersas. Es un hecho que los problemas económicos y medioambientales requerirán de personas capacitadas para afrontar estas nuevas necesidades, así como la formación de una sociedad consciente acerca de los desafíos que se tendrán.

Así pues, no hay que perder de vista que la autonomía debe impulsar a que la educación muestre interés en el desarrollo humano de los jóvenes antes que la adquisición de conceptos, es decir, el reto es formar ciudadanos capaces de resolver las problemáticas y al mismo tiempo, buscar una sociedad más equitativa, justa y crítica ante los cambios sociales, ambientales y políticos.

Por tanto, para lograr la autonomía dentro de las escuelas es importante, entre otras cosas, tener el hábito de rendir cuentas ante la comunidad educativa y los encargados de la educación, flexibilizar la currícula y modificar los valores tradicionales de evaluación, esto último es fundamental ya que permitirá crear nuevos parámetros para evaluar de una mejor manera aquello que es importante que los estudiantes aprendan.

Otro aspecto indispensable es la gestión adecuada de los recursos, en primer lugar, emplearlos de manera honesta y adecuada, en un segundo momento, aprovecharlos de buena manera, es decir, tener en claro cuáles son las necesidades y carencias para así enfocar los esfuerzos en ello, ya que no porque se tengan más recursos, significa que se tendrán mejores resultados, se tiene que ser organizado y prudente ante estas decisiones.

Si bien, este es un tema del cual cada vez se habla más, es una realidad que muy pocos centros educativos lo han podido lograr debido a múltiples factores que van desde lo político, económico y social. Considero que inevitablemente la pandemia y el tiempo que estamos viviendo han ayudado a gestionar de diferente manera la educación, aunque no en todos los casos se puede hablar de una autonomía educativa global, las escuelas han tenido que planear y replantear los objetivos escolares de diferente manera para contemplar las necesidades que implica la educación a distancia.

Por lo cual, se han tenido que buscar nuevas maneras de evaluar, de interactuar con el otro y nos ha hecho plantear algunas preguntas como: ¿Qué es lo importante en la educación en este momento? ¿Qué es lo que le interesa conocer a los alumnos en estos tiempos de incertidumbre y de cambios? ¿Cómo puedo aprovechar de mejor manera los recursos que tengo? ¿Los docentes estamos capacitados para afrontar nuevos escenarios de educación? ¿Es suficiente seguir evaluando con un examen o hay otras formas de valoración?

Quizás la situación actual nos ayuda a pensar un poco más en la importantancia de la autonomía escolar, en las desigualdades sociales, en los privilegios que algunos tienen y nos permita aprender que lo importante no radica en el saber por saber, sino en los ambientes de colaboración y aprendizaje que se van creando, lo cual implica todo un reto para los encargados de la educación.

Bibliografía

Juárez, A. (2017) Autonomía escolar y cambio educativo, consideraciones

desde la implementación de PEC-FIDE. Revista Electrónica de Educación Informativa. Vol.19 No.2

Juárez, E. (2014) ¿Por qué es importante la autonomía escolar? El modelo brasileño: un caso de éxito. En: https://www.educacionfutura.org/por-que-es-importante-la-autonomia-escolar-el-modelo-brasileno-un-caso-de-exito/ (03/12/2021)

Mtro. Diego Isidro Díaz Pérez.

diegodiaz.pz@gmail.com

  • Maestría en letras por parte de la Universidad de Granada.
  • Licenciado en comunicación y filosofía por la UNIVA (con mención honorífica).

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