Actitudes y Habilidades Docentes para una Nueva Normalidad.

“Un Enfoque Humanista Centrado en el poder personal de ser niño o niña”.

Mtra, Nayelhi Aviles Rodelo

«No es que el enfoque centrado en la persona dé poder a la persona; es que nunca se lo quita».

Carl R. Rogers

El hecho de reflexionar sobre cómo deben ser los docentes después de tantos meses de confinamiento y de prepararse para regresar a una nueva normalidad, debe ser una tarea ardua de autoconocimiento e introspección que les permita modificar su actitud y resignificar[1] su vocación, debido a que no solamente se regresará a una nueva normalidad, sino que es necesario estar preparados y preparadas para recibir en un curso diferente, a niños y niñas distintos, con un denominador común, el encierro provocado por un virus COVID 19,  que ha hecho que el mundo cambie significativamente en poco tiempo.  

Los meses de encierro que pudieron haber vivido nuestros niños y niñas necesariamente como para los adultos, estuvieron llenos de experiencias de vida de diferentes tipos, días de felicidad en convivencia familiar, pero también días de soledad; días de tristeza, preocupación, desilusión y días de fe y esperanza; días de miedo e incertidumbre total y días de ganar sonrisas pero también días de llorar por pérdidas.

Sumado a todo esto, los maestros y maestras se han tenido que adaptar a condiciones adversas como; trabajar en línea sin ninguna capacitación previa, a preparar clases con tecnologías jamás usadas, a enviar evidencias de su trabajo como nunca antes se había hecho a toda hora del día y hasta de la noche, las clases ya no fueron solamente para los niños y niñas de un grupo o un grado determinado, fueron para toda la familia en sus casas, mamás, papás, hermanitos y hasta abuelitos en algunos casos, constantemente maestros y maestras, niños y niñas fueron supervisados no solamente por los directores de las escuelas, también por supervisores y demás autoridades que podían tener acceso para entrar y salir de las clases en cualquier momento. Todas estas condiciones han generado definitivamente situaciones de crisis emocional tanto para alumnos y alumnas como para docentes.

«Difícilmente alguien que no se dedica a la docencia podría comprender, reconocer y sentir empatía con tan noble labor».

La Secretaría de Educación Pública imparte el curso de habilidades docentes para la Nueva Escuela Mexicana, el cual consta de cuatro módulos y del cual se considera el módulo 1 denominado: Principios y Valores que orientan el trabajo docente, donde se argumenta que «los futuros maestros y maestras reconozcan la importancia de desempeñar su trabajo profesional de forma honesta, eficiente, responsable e integra orientado siempre a velar por el derecho y bienestar de los alumnos y el bien común en general, es decir, una maestra o maestro que realiza su trabajo con un alto espíritu de servicio, profesionalismo e interés público». (Gobierno de México, 2020). Plantea entonces, que los futuros maestros cumplan con estas cualidades, sin embargo, es justo reconocer que son preceptos que los maestros y maestras mexicanos han tenido siempre claros y que en estos momentos de crisis ha sido evidente su desempeño y que se hace necesario reconocerlo todos, pero es aún más importante que ellos logren descubrir su propio valor personal.

En éste sentido retomaré la importancia del poder de la persona «El poder de ser yo y el poder de ser tú sin disfraces», «El poder de decir basta, no más», «El poder servir y ser útil» (Pulido, 2003).

La labor de cada docente debe ser crear condiciones favorables para que todo ser humano, en su proceso educativo, pueda descubrir su poder personal y las diferentes maneras en que se enfrenta a él y a los otros. Tener conciencia de ello está íntimamente ligado a nuestro desarrollo como sociedad, como personas y a nuestro desarrollo humano.

“Soy más humano en la medida que me responsabilizo”. En la medida en la que asumo las consecuencias de mis acciones, en la medida que mi poder y tú poder, se dimensionan en su justo nivel. Ni más ni menos. Tú poder y el mío están en íntima relación. El equilibrio depende de los dos, el equilibrio depende del bienestar emocional que pueda generarse en la relación del maestro con el niño o niña y del proceso de educabilidad[2] comprometidos todos en los espacios educativos.

Educar y educarme en libertad es educarnos y educar para el desarrollo humano; educar, educarnos en el manejo de nuestro propio poder personal. El educar debe ser un ejercicio justo del poder de los niños y las niñas que implicar una práctica de la docencia congruente con ello.

Las condiciones favorables para educar en éste sentido,  implican necesariamente el trabajo personal del docente, en un ejercicio permanente, consistente y constante de responsabilidad individual y colectiva en el manejo su poder personal que sea aliciente para el crecimiento personal de sus educandos.

Retomaremos entonces que la enseñanza centrada en la persona de Carl Rogers distingue como aspecto principal el otorgar la responsabilidad de la educación al propio estudiante, el  docente, en este sentido se dedicaría a crear las condiciones necesarias para facilitar el aprendizaje, las cuales permitirán que el estudiante libere sus capacidades de auto-aprendizaje tanto intelectual como emocional y así promover su  autonomía y responsabilidad,  lo cual  permitirá  que se desarrolle la confianza en sí mismo.

Siendo usados los mismos constructos de la teoría Rogeriana y la tendencia actualizante[3]; la generación de ambientes propicios para el aprendizaje y la relación de facilitación con tres actitudes básicas, congruencia, empatía y aceptación positiva incondicional, contribuyen a la promoción de la autonomía y a la responsabilidad tan necesarios para desarrollar la confianza del sí mismo que permitirá a los alumnos y alumnas, a ser mejores individuos porque es así como se  promueve el proceso de convertirse en persona.

Para todo lo anteriormente mencionado el docente debe permanecer abierto a sus propias  experiencias (emociones, actitudes y sentimientos), que le permitan manejarse congruente y  empático con  los estudiantes, y así  poder aceptarlos positiva e incondicionalmente, es mediante el análisis del autoconcepto y sus relaciones interpersonales promotoras del crecimiento que favorecerán procesos que integren la individualización y la socialización, dentro del marco de la libertad, encauza el aprendizaje, facilitando su carácter significativo (González , 2018).

La nueva normalidad exige que preparemos a  niños y niñas en el proceso de descubrimiento de su propio poder personal y que como docentes seamos capaces de acompañarlos de manera auténtica «Desde lo que somos, más que desde lo que sabemos», creando y siendo parte de  ambientes sanos de aprendizaje que les permitan convertirse en personas sanas física, fisiológica, emocional y socialmente, personas capaces de ser resilientes[4] en futuras situaciones adversas como la actual, los docentes de la misma manera que los padres de familia debemos enseñar para la vida.


[1] Resignificar.- Suele utilizarse para nombrar al hecho de darle una nueva significación a un acontecimiento o a una conducta. Esto quiere decir que la resignificación supone otorgar un valor o un sentido diferente a algo.

[2] Proceso de Educabilidad.- la educabilidad apunta a identificar cuáles son las condiciones sociales mínimas que permiten que los niños y adolescentes cuenten con los recursos, predisposiciones y representaciones que el proceso educativo requiere.

[3] Tendencia Actualizante.- Motivación innata presente en toda forma de vida dirigida a desarrollar sus potencialidades hasta el mayor límite posible.

[4] Resiliencia.- capacidad que tiene una persona para superar circunstancias adversas y traumáticas.

Referencias

Gobierno de México. (03 de 07 de 2020). (SEPyC, Productor) Obtenido de Centro Virtual de Innovación Educativa: https://www.cevie-dgespe.com/index.php/formacion-continua/11-ingles/93-1-curso-integral-de-consolidacion-a-las-habilidades-docentes

González , A. M. (28 de 12 de 2018). El Enfoque Centrado en la Persona y su implicación en la Educación. Obtenido de Reflexiones y Avances en Innovación Educativa : https://www.researchgate.net/publication/330725606_El_enfoque_centrado_en_la_persona_y_su_aplicacion_en_la_educacion

Pulido, C. (2003). El Poder en la Educación. Prometeo Fuego para el Propio Conocimiento , 52, 53.

Mtra. Nayelhi Aviles Rodelo

nayelhiaviles@gmail.com

  • Doctorado en Desarrollo Humano y Educación por la Universidad Autónoma de Occidente.
  • Maestría en Desarrollo Humano por la Universidad Autónoma de Occidente.
  • Licenciado en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico de los Mochis.

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