¿Podrá la Inteligencia Artificial superar al médico? Un futuro posible

Dra. Viviana Mejía Hernández / Mtro. Víctor  Manuel Maldonado Camargo

Al partir en esta profundización, podemos decir que la Inteligencia Artificial es  la capacidad que tienen algunos artilugios artificiales, como un ordenador, de realizar tareas propias de la inteligencia humana.

Lo que gira alrededor de esta definición, puede dejarnos con muchas ideas interesantes sobre el tema.

Generalmente, las personas se plantean que la Inteligencia Artificial tiene que parecerse a lo humano, sin embargo, existe aún una barrera muy lejana, que nos separa de lo que en nuestros días alcanza este concepto.

Para definirlo, se han intentado imitar ciertas características que hacen algunas máquinas, sobre todo, provocar ciertas impresiones locales. La realidad es que distan mucho de tener características propiamente humanas.

La reducción a manos, pies, cabeza o una figura humanoide, no hace que los robots sean lo más parecido a lo humano.

Otro enfoque que se ha dado, en la Inteligencia Artificial, es que pueda realizar tareas propias. La automatización de algunos procesos, ha dado origen a la eficiencia y al aprovechamiento de los recursos que se emplean.

Pensando en el campo de la salud, los diferentes procesos que se requieren, para la elaboración de medicamentos,  pudieran volverla más rápida, más atinada y ordenada, incluso tener el producto una presentación  más llamativa.

Tratándose de la atención médica, en sí misma, definida por el artículo 32 de la Ley General de Salud, como “el conjunto de servicios que se proporcionan al individuo, con el fin de proteger, promover y restaurar su salud”, la aplicación de la Inteligencia Artificial permite mejorar el diagnóstico, realizarlo de manera más pronta y eficaz, a partir de estudios cada vez más precisos y profundos.

Existen tratamientos de intervención quirúrgica, que en la actualidad son más frecuentemente  utilizados, como el abordaje laraposcópico, que disminuye riesgos en el paciente, con características menos invasivas al organismo, pues se utiliza una pequeña cámara para ver dentro del abdomen y se realiza sólo a través de pequeños orificios en la cavidad abdominal, siendo una afortunada alternativa a la cirugía abierta convencional que es médicamente más traumática y agresiva.

De igual forma, la Inteligencia Artificial contribuye al cuidado de personas dependientes, con la utilización de prótesis (sustituto artificial de una parte ausente del cuerpo) cada vez más adaptadas a la cotidianeidad del paciente.

La Inteligencia Artificial, ayuda a agilizar procesos administrativos o de investigación, en el campo de la medicina, a través del análisis de información, para predecir comportamientos, eventos, tal como hemos podido ver en nuestros actuales tiempos de pandemia, la predicción de brotes, nuevas cepas, sólo por mencionar algunos, entre muchos otros de los beneficios de la incidencia de la Inteligencia Artificial en la investigación clínica en seres humanos para el mejoramiento de su atención.

Esto conlleva muchas interrogantes y reparos, porque entonces damos pie al desarrollo de tecnologías que, aplicadas a la protección de la salud, pudieran sustituir al médico, lo cual reduciría la demanda para estudiar esta disciplina, en el supuesto de que la Inteligencia Artificial supliera el esquema tradicional de las consultas.

En el esquema planteado en el párrafo anterior, los centros médicos podrían, sin duda,  tener el alto grado de productividad que tanto se anhela como organización.

Sin embargo, evidentemente se perdería la interacción humana, la escucha activa en la que tradicionalmente se nos ha formado bajo el juramento Hipocrático.

La  atención cambiaría, de ser médico-paciente a máquina tratante-tratado, lo que  implica un cambio radical, en la significación de la atención médica personalizada, a la cual estamos habituados para el adecuado diagnóstico y oportuno tratamiento de los padecimientos, por más que en la actualidad los tiempos destinados para ello se reduzcan por el cúmulo de pacientes, fenómeno social que se presenta aun en la atención privada.

A manera de conclusión, en esta breve reflexión, con la utilización de la Inteligencia Artificial, la atención médica no podría, o no debería, ser totalmente sustituida.  

Sin duda que el ejercicio de la medicina se apoya de la Inteligencia Artificial, pero nunca un aparato, por muy sofisticado y elaborado que éste sea, podrá superar la apreciación clínica, consistente en esa mesurada acción de auscultar y escuchar detenidamente a la persona, la verdadera relación médico- paciente, el pensamiento y sentir humano imbricados con la ciencia.


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