A un año de la pandemia: la realidad del retorno a las actividades académicas presenciales

Dra. Margarita Graciano Alcaraz

¡Hola! Un gran placer coincidir nuevamente en este espacio de reflexión e intercambio de perspectivas; en esta ocasión les comparto en mi humilde opinión los tres ámbitos en los que tenemos que poner especial atención para el retorno de nuestras actividades académicas presenciales:

  1. Los protocolos de seguridad, higiene y salud. ¡Esto, es lo más sencillo!
  2. La Transformación de la Cultura Organizacional, y
  3. La Didáctica al interior del aula.

En cuanto a los Protocolos los podemos consultar, tanto, en la página oficial de la Organización Mundial de Salud (www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public), como en la página del IMSS  y de las autoridades municipales, estatales y federales según corresponda.

En cuanto a la Transformación de la Cultura Organizacional, aquí es lo complicado, porque se requiere desarrollar nuevas habilidades de manera individual, como las que hoy demanda el ser un networker:

  1. Sé un buen oyente.
  2. Desarrolla una actividad positiva.
  3. Colabora para servir a los demás.
  4. Sé sincero y auténtico.
  5. Da seguimiento.

En los liderazgos se deberá:

  1. Concentrare en soluciones.
  2. Colaborar con tu comunidad de práctica y aprendizaje; el equipo se centra en los procedimientos para alcanzar los objetivos, mientras que en una comunidad, implica enfocarnos en lo que nos hace común (las creencias, en las Instituciones Educativas será su Filosofía: misión, visión, propósitos) y lo que nos da unidad: los valores.
  3. Ser un campeón de la cultura.
  4. Preocuparse por el éxito, la felicidad y la seguridad de los demás.

En lo administrativo, el gran reto es agilizar, así como, simplificar los procesos; nos hemos acostumbrado a que todo sea en línea con una capacidad rápida de respuesta, estos aspectos difícilmente los eliminaremos de nuestras preferencias.

Sin embargo, lo más retador será la Didáctica en el aula, el alumno cuando toma clases lo hace en la postura que a él le parece más cómoda (en la cama, acostado en el sillón de la sala o sentado), desactiva la cámara y es capaz de estar escuchando la clase, viendo una serie, charlando a través del WhatsApp y… ¡Aprende! ¿El docente está preparado para esta nueva dinámica?

Algunas sugerencias que me permito retomar de Ori Brafman y Judah Pollack:

  1. ¡Haz que valga la pena! Todo instante durante la estadía en el aula o en la Institución Educativa.
  2. Cultivemos la Cultura de Creación de Espacios en Blanco, donde no existe una actividad estructurada como tal, sino un espacio para charlar y compartir los temas de interés, preocupación u ocupación de los alumnos, docentes, personal administrativo; esta técnica ha demostrado un incremento en la productividad y creatividad.
  3. Fomentemos la iniciativa Colaboradores que respiran, incentivemos espacios para aprender a respirar y a meditar, lo cual nos permitirá mejorar la inteligencia emocional.
  4. Será necesarios implementar espacios de paz, es decir, un lugar dentro del aula donde el alumno que se encuentre cansado, ansioso pueda tomar una posición cómoda o incluso  pueda salir a respirar, caminar para despejarse y regresar a la sesión.

Mtra. Margarita Graciano Alcaraz

grazziano@hotmail.com

  • Doctora en Administración por el IESCH
  • Maestra en Finanzas por el IESCH.

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