Una reflexión como docente en torno a la calidad educativa.

Mtra. Arlette Motte Nolasco.

La educación es un derecho básico indispensable para la vida digna de todas las personas. A mayor educación, mayores conocimientos, capacidades y habilidades para enfrentar con éxito los retos de la vida diaria. Diversas instituciones se presentan como garantes de este derecho, entre los organismos internacionales destaca la Unicef a cargo de proyectos relacionados con la calidad de la educación: “Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a ir a la escuela y aprender”.

En México aún enfrentamos retos a niveles básicos, como son la cobertura y el acceso a la educación. Entre 2013 y 2018 el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) llevó a cabo diferentes estudios sobre la calidad de la educación, incluso una búsqueda en Google puede arrojarnos  millones de resultados.

Para el INEE “Recibir una educación de calidad, representa adquirir las competencias y los conocimientos necesarios para asegurar el reconocimiento y el respeto permanente a todos los derechos humanos” (INEE, 2019). Si bien la Reforma Educativa se abrogó en mayo de 2019 y se suprimió al INEE, la creación de indicadores, criterios y lineamientos para mejorar la escuela, desarrollar el magisterio y evaluar el desempeño escolar continuará como atribución del Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, que entre otras tareas, realizará las evaluaciones diagnósticas, formativas e integrales del Sistema Educativo Nacional.

Si los docentes de México asumieran el compromiso que plantea el Artículo tercero tras la Reforma de 2019: “… La educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva…” nuestra idea de la calidad apelaría a una educación más humana, desde el respeto, la libertad, la solidaridad, y la mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje.

Desde este marco y en la dirección política del país, pensar en la calidad de la educación es reflexionar en la mejora continua de este proceso, lo cual, sin duda, es un tema complejo y ambicioso para cualquier institución educativa.

Aquí es pertinente entonces plantear cómo aterrizar estas cuestiones dentro de las aulas, en el quehacer docente del día a día, más allá de las directrices de las propias instituciones y del aparato burocrático. Por ello, es importante el proceso de reflexión del propio docente.

Desde mi experiencia personal, lo tengo presente al planear mis clases, por el reto que asumí al iniciarme en la docencia en el contexto de la educación superior pública, que se caracteriza por ser heterogénea, la mayoría de las veces con grupos numerosos, alumnos con formación diversa, pero siempre con el compromiso de aportar a la educación  de los jóvenes de mi país.

Dicho lo anterior, se plantea los siguientes elementos, considerando que son fundamentales para la discusión sobre la calidad de la educación desde el quehacer docente:

• Ética personal. Compromiso con el actuar, asumir el reto y el rol ya que se forma parte del proceso de formación de seres humanos.
• Formación docente. Aunque puede parecer obvio, quienes están frente a grupo necesitan formación continua desde didáctica, evaluación, estrategias de enseñanza hasta género, tecnologías y desarrollo humano.
• Evaluación. Integral, continua, ligada a la planeación y a los propósitos de enseñanza, que las evidencias sean parte de un proceso de aprendizaje, que no se quede sólo en una calificación del mérito académico.
• Valores. No existe una escuela neutra, habrá que sacar aquellos en los que se quiere educar y háganlos propios, como parte de las estrategias de enseñanza.
• Trabajo en equipo. Se requiere de un apoyo no sólo administrativo, sino de los compañeros en el trabajo colegiado y por qué no también con los alumnos, la suma de esfuerzos integrados para conseguir llegar a las metas de proyectos concretos.
• Contexto. Se vive en un país diverso, en ese sentido es obtener información acerca de la realidad social, cultural y política del país y reflexionar sobre las disciplinas para ampliar los conocimientos de las mismas.
• Retos. Ser capaz de reconocer no sólo las fortalezas y debilidades sino aquellas oportunidades que pueden llevar a plantear metas.

Como conclusión a esta reflexión sobre este tema tan complejo de la calidad educativa, en especial a nivel universitario, invitando a los colegas a incluir otros aspectos que consideren relevantes para la discusión. Aportar y sumar seguramente harán la diferencia. Asimismo, se invita a la revisión de la revista Edetania -estudios y propuestas socioeducativas- (2013), que dedicó su número 43 al tema de la ética, vale la pena consultarla.

Referencias consultadas

Revista Edetania, (2013), número 43.  https://revistas.ucv.es/index.php/Edetania/issue/view/18

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Recuperada de: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf_mov/Constitucion_Politica.pdf

INEE, (2018). La evaluación de las políticas y programas educativos y el derecho a una educación de calidad para todos. Recuperado el 2 de julio del 2020 de: https://www.inee.edu.mx/la-evaluacion-de-las-politicas-y-programas-educativos-y-el-derecho-a-una-educacion-de-calidad-para-todos/

INEE, (2018). Definiciones de calidad de la educación en el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. Recuperado el 2 de julio del 2020 de: https://www.inee.edu.mx/definiciones-de-calidad-de-la-educacion-en-el-instituto-nacional-para-la-evaluacion-de-la-educacion/

INEE, (2020). ¿Qué es la Calidad Educativa?  Recuperado el 2 de julio de 2020 de: https://www.inee.edu.mx/directrices-para-mejorar/que-es-la-calidad-educativa/

UNICEF, (2020). Calidad educativa. Recuperado el 15 de junio del 2020 de: https://www.unicef.org/mexico/calidad-educativa