Tendencia de la nueva dinámica escolar en México, frente a las acciones extraordinaria, para atender la emergencia sanitaria generada por el Covid-19.

Dra. Rosalba Trinidad Chávez Moreno / M.C. Karina Rosaura Bernal Ibarra.

El 31 de diciembre de 2019, fue notificado a la Organización Mundial de la Salud (OMS), por primera vez en Wuhan (China), el brote de enfermedad por el nuevo coronavirus conocido como el CODID-19[1]. Esto implicó que en muchos países y la totalidad de la geografía de estos, detuvieran la actividad de los sectores público, privado y social.

El gobierno de México, mediante Decreto[2] publicado el 27 de marzo de 2020 en el Diario Oficial de la Federación, el Titular del Poder Ejecutivo Federal, declaró diversas acciones extraordinarias en las regiones afectadas de todo el territorio nacional en materia de salubridad general, para combatir la enfermedad grave de atención prioritaria generada por el virus SARS-CoV2 (COVID-19). En este decreto, se ordena la suspensión inmediata, del 30 de marzo al 30 de abril de 2020, de las actividades no esenciales, con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus SARS-CoV2 en la comunidad. Al grado de detener el aparato del sistema educativo mexicano. La educación en México como en el mundo, ha de cambiar la dinámica que hasta antes de esta pandemia se realizaba. Para superar los retos a los que se enfrenta el sistema educativo en México, durante esta pandemia, trata de lograr su objetivo planteado a través de medio digitales radio, televisión e internet y el uso de las tecnologías de las información y comunicación (TIC’s).

De la mano con las tecnologías de información y comunicación, viene la tecnología educativa, es el resultado de las aplicaciones de diferentes concepciones y teorías educativas para la resolución de un amplio espectro de problemas y situaciones referidas a la enseñanza y el aprendizaje.

Entre las bondades del uso de las TIC’s en la educación destacan no sólo las herramientas que pueden utilizarse, pues también influyen en los tres saberes que maneja el nuevo modelo constructivista de la educación: saber ser, saber conocer y saber hacer; ya que favorecen una mayor autonomía en la calidad del conocimiento adquirido por los estudiantes a través del desarrollo de trabajos colaborativos que con la ayuda y mediación del asesor mejoren la capacidad de pensamiento de los alumnos permitiéndoles realizar análisis y reflexiones críticas.

Lo anterior implica, como lo establece Rodríguez-García (2017) que el estudiante haya adquirido una competencia digital (si la alfabetización digital lo ha alcanzado), puesto que esta, forma parte del grupo de competencias clave, como parte de la estrategia formativa que apueste por un aprendizaje autónomo en la educación a distancia.

Resulta prioritario el comprender qué competencias desde la educación deben desarrollarse y fortalecerse en estudiantes desde las potencialidades del país por una parte; mientras que por otra parte atendiendo al contexto de mundo globalizado en el cual estamos inmersos conviene estar atentos a las políticas y tendencias educativas (Aurea, 2015).

En estos tiempos, el sistema educativo ira de la educación presencial a la educación a distancia en su modalidad en línea, pasando del ambiente escolar del aula a un contexto virtual, que implicará estrategias para mejorar, ampliar y transformar mediante la combinación de espacios (principalmente virtuales) tiempos, recursos (tanto del alumno, del docente y de la institución), en donde además el alumno y el profesor deberán desarrollar competencias necesarias para lograr este objetivo.

Desde la filosofía humanista, el estudiante deberá ser la razón de ser de la institución, asumiéndolo como un ser único y diferente, con afectos intereses y valores particulares; con iniciativa y necesidades de crecimiento personal y profesional; con potencialidad para desarrollar actividades y solucionar problemas en forma creativa, responsable, comprometida y ética, mientras que el docente es un mediador o facilitador del proceso. Además, se debe de trabajar con un enfoque por competencias que trata de la integración de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que forman a la persona en el saber, ser, hacer y convivir, en un mundo complejo, cambiante, diverso e interconectado; desempeñándose como sujeto responsable, en diferentes situaciones y contextos de la vida social, laboral y personal.


[1] OMS.https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019

[2] DOF. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5590914&fecha=31/03/2020&print=true

Bibliografía

Aurea, R. (16 de Diciembre de 2015). Sentido y orientación de la política académica universitaria en un contexto. In Crescendo. Institucional., 6(2), 3-26. Obtenido de Sentido y orientación de la política académica universitaria en un contexto: <https://goo.gl/mYcX42> Doi:

Rodríguez-García, A. M. (2017). LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO EN COMPETENCIA DIGITAL: CLAVE PARA LA EDUCACION DEL SIGLO XXI. Revista Internacional de Didáctica y Organización Educativa, 46-65.

Dra. Rosalba Trinidad Chávez Moreno

rochamor2@gmail.com

  • Doctorado en Ciencias Sociales
  • Maestría en Docencia de la Educación media Superior
  • Licenciatura en Psicología

M. C. Karina Rosaura Bernal Ibarra

karber36@gmail.com

  • Master en Desarrollo Humano.
  • Licenciada en Ciencias de la Comunicación

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