Retos de docentes humanistas para el ciclo escolar 2021-2022.

M.D.H. Nayelhi Avilés Rodelo.

El ciclo escolar que inicia 2021/2022, es esperado posiblemente como ningún otro en la historia, el haber atravesado por el confinamiento de más de año y medio debido a la pandemia por COVID-19 que impacto en el mundo entero hace definitivamente esa diferencia, la afectación que está dejando educativamente hablando en por lo menos tres generaciones no será visible posiblemente de manera objetiva hasta dentro algunos años.

Para quienes nos formamos desde la filosofía humanista y además nos dedicamos a la docencia el reto esta día a día, debido a que el Desarrollo Humano no es solamente un «movimiento científico, cultural y educativo, que pretende contribuir al desarrollo de las potencialidades y de los recursos humanos individuales y colectivos desde una visión constructiva, positiva, integradora y liberadora, que a través de la promoción de procesos de crecimiento, aprendizaje, apertura al diálogo, a la experiencia y al cambio, fortalece los procesos de autorrealización y trascendencia humanos, en una palabra contribuye a la ampliación potencial de la conciencia». (Olivares Vázquez , 2003), es una praxis que hace cambiar nuestra vida y por lo tanto nuestra labor docente, los retos que se vislumbran para los docentes humanistas son:

• Trabajar constantemente nuestra persona, nuestros procesos de crecimiento en psicoterapia que nos permitan la autogestión emocional necesaria para estar en posibilidades de acompañar a nuestros alumnos saludablemente.
• Establecer relaciones que desde la disciplina positiva[1] nos permitan cuidar el proceso enseñanza/aprendizaje, los niños necesitan tanto orden y libertad (estructura y responsabilidad) para crecer como ciudadanos responsables que aportan en su comunidad,  ser amables y firmes al mismo tiempo, respetuosos y motivadores.
• Involucrarnos más allá del horario de clases, para poder conectar lo que es necesario en el proceso de educabilidad, debido a que desde nuestra labor, el alumno es una persona no un número de registro, por tanto, no debe ser fragmentado por un rol, ellos y ellas son en su casa, en la escuela, en la clase de futbol, en el parque y en cualquier contexto y momento el niño, niña, joven que regresa después de una año completamente fuera de lo común, Ríos Rivera asegura que los profesores deben «interesarse y conectar su vida con su labor y sus enseñanzas con el contexto donde se encuentra su estudiante». (Ríos Rivera , 2015).
• Continuar preparándonos para poder modificar constantemente nuestra forma de enseñar, «enseñar holísticamente»[2] debido a que trabajamos con el enfoque que exige la profesión denominado Enfoque Centrado en la Persona  propuesto por Carl Rogers psicólogo estadounidense, iniciador, junto a Abraham Maslow, del enfoque humanista en psicología, que además exige que en el proceso enseñanza aprendizaje se dé un acompañamiento  en el que sean manifiestas tres actitudes, básicas, congruencia, empatía y valoración positiva incondicional, lo que los convierte en facilitadores del proceso de educabilidad[3] de los alumnos.
• Procurar mantener una actitud receptiva hacia nuevas formas de enseñanza,  para fomenta el espíritu cooperativo, intentar comprender a sus estudiantes poniéndose en el lugar de ellos actuando con mucha sensibilidad hacia sus percepciones y sentimientos.

Para finalizar es necesario mencionar que el objetivo de todo docente humanista es enseñar de manera significativa lo que implica buscar enseñar para la vida y para resolverla de manera saludable, por lo tanto el  acompañamiento para lograrlo implica un continuo empeño en el camino del respeto a la libertad y a la confianza de la autonomía del Ser humano como motor de la actualización de sus potencialidades.

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[1] Disciplina positiva.- Tiene como principio fundamental crear un ambiente cooperativo y de respeto mutuo mediante principios y estrategias respetuosas. Para lograr fomentar el crecimiento socioemocional, base de la autoestima y del aprendizaje académico.

[2] La educación holística, aprendizaje holístico o educación integral es una filosofía educacional y forma constructivista basada en la premisa de que toda persona encuentra su identidad y el significado y sentido de su vida a través de nexos con la comunidad, el mundo natural y valores como la compasión y la paz.

[3] La educabilidad es la potencialidad, plasticidad o ductilidad de un ser humano para ser educado, o sea, de incorporar conocimientos o aprender, a través de sus capacidades y habilidades, con el fin de perfeccionarse de modo individual y social.