“Maestros Mutantes”

M.D.H Nayelhi Avilés Rodelo.

En mayo de 2019, dentro de las festividades del día del maestro un excelente maestro y gran amigo disertaba en la Universidad Autónoma de Occidente su conferencia Maestros Monstruos, mágicos y mutantes, ¡cómo olvidarlo!,  estimado Mauricio Clay González Cereceres.

Pero por qué hago referencia hoy del tema de ese día, él hablaba al público de manera analógica de como los maestros nos podemos convertir en Monstruos positivos en la vida de nuestros alumnos cuándo los protegemos en aspectos de sus vidas que les permitirán crecer y fortalecerse, que nos volvemos mágicos, cuándo podemos incidir en ellos para que hagan cambios importantes tocando sus corazones con nuestro acompañamiento, pero hoy, específicamente hoy quiero resaltar el aspecto que creo será nuestra condición más importante en el regreso al ciclo escolar 2021/2022 que es el ser mutantes[i].

¡En el último año y medio durante la pandemia por COVID-19 definitivamente los maestros hemos tenido que ser mutantes más que nunca, ahora les pido que hagamos memoria; en cada contexto educativo, los maestros hemos atendido modelos educativos impuestos por autoridades educativas, que la mayoría de más veces, no están frente a grupo, por lo tanto, no conocen en experiencia propia las necesidades de aprendizaje de nuestros alumnos, y es entonces que analógicamente hablando mutamos, ya que cada vez que es necesario aplicar modelos y transitar en ellos como se nos va pidiendo y “capacitando”, nos desprendemos de nosotros mismos, alteramos nuestra vocación y nos convertimos en conductistas, constructivistas, proyectivos, humanistas, en enfoque por competencias, entre otros; posiblemente hay quienes coincidimos en que lo mejor sería que existiera un  modelo holístico centrado en el alumno en el cual el sentido principal fuera prepararlos para la vida.

Definitivamente seremos mutantes una vez más, en el modelo que proponen las autoridades educativas y no educativas de nuestro país, el tantas veces nombrado modelohíbrido, al que nos piden regresar “pase lo que pase” el 30 de agosto de 2021, ¡entonces, regresaremos! Regresemos con nuestras perdidas, con secuelas de haber padecido COVID, emocionalmente vulnerables, regresemos algunos financieramente acabados, pero sobre todo regresaremos en algunos estados de nuestro país con semáforo rojo, con niños sin vacunar, con instalaciones prácticamente acabadas por el deterioro de más de año y medio sin atender y despojadas por el robo de personas sin escrúpulos, regresemos con la frustración de que los alumnos no lograron aprender lo mínimo necesario en el ciclo anterior que en su mayoría fue solamente virtual, regresemos con niños y niñas desesperados por tanto encierro y que además no saben atender los protocolos que son necesarios para la prevención del virus, con jóvenes en secundaria y bachillerato poco consientes de daño emocional que les pudo provocar el encierro en la adolescencia (etapa de la vida en la que se busca la integración psicosocial del individuo), con jóvenes universitarios que han sido resilientes obligados a avanzar en su carrera virtualmente hasta en asignaturas que son 100% prácticas y algunos de ellos que terminaron sin tener la experiencia de la práctica profesional o estancia académica profesional y que están “listos para titularse”.

Imagen registrada propiedad de Denzel Mauricio González Villa, se prohíbe su reproducción total o parcial sin el consentimiento expreso del autor
Imagen registrada propiedad de Denzel Mauricio González Villa, se prohíbe su reproducción total o parcial sin el consentimiento expreso del autor

Regresemos a dar clases con “todos” los estudiantes, dicen los estudiosos de la inclusión, pero no solo con todos, sino además poco a poco de manera escalonada, y por decisión de los padres, lo que significa que unos alumnos regresen en un momento y otros no, hasta que sus padres lo consideren pertinente, atendiendo a los que se presenten y planeando trabajo para los que no regresen pero un mismo maestro, que tiene que traer cubre bocas, careta, y que debe tener la voz y el volumen para que escuchen la clase todos y además grabarla para las plataformas que en algunas escuelas se impusieron como necesarias y que por tanto el maestro debe alimentarla mínimamente una vez a la semana.

Y por si fuera poco con los que estarán presencial el maestro deberá estar pendiente de que todos traigan bien puesto su cubre bocas y que hagan el protocolo COVID antes de entrar al salón de clases, además estar pendiente de que no compartan materiales, que respeten sus espacios, que no compartan el desayuno en el recreo, que no jueguen juegos de contacto, que no suden mucho porque es riesgoso, que se laven las manos antes de volver a ingresar al salón, buscar al máximo que no sucedan accidentes porque se enojan los padres de familia etc.

Y claro no descuidar el máximo que es el proceso enseñanza-aprendizaje para poder poner al corriente a todos los alumnos utilizando los recursos que le sean necesarios, de manera que debe seguir preparándose siempre y para cerrar con broche de oro deberá atender los consejos técnicos, enviar las evidencias y todo lo que sea necesario en sus contextos académicos.     

Definitivamente deberemos tener vocación y dosis muy grandes de amor, paciencia y sabiduría para poder seguir siendo Maestros Monstruos, mágicos y mutantes.


[i] Mutante, es un organismo que surge o resulta de una mutación, la cual generalmente es una alteración de la secuencia de ADN del genoma o cromosoma.

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